
La prórroga de los Erte extraordinarios publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge las bases del futuro mecanismo de sostenibilidad en el empleo o Erte postpandemia que el Gobierno negocia con los agentes sociales y establece para estos ayudas vinculadas a que las empresas den formación a sus trabajadores.
El real decreto-ley de la prórroga hasta febrero de las ayudas de Erte y autónomos avanza que el futuro mecanismo también tendrá "una vinculación directa de los beneficios en materia de cotización al desarrollo efectivo, por parte de las empresas, de acciones formativas a favor de las personas trabajadoras afectadas" por el expediente regulatorio.
En esta última prórroga, el Gobierno ya ha introducido la formación como elemento para fijar las ayudas que reciben las empresas, en forma de exoneraciones en las cuotas que pagan a la Seguridad Social, bonificando un 80% a las que den esa formación y rebajando al 40% o 50%, en función del tamaño de la empresa, ese apoyo si no lo hacen.
Además, las empresas tendrán derecho a un incremento de crédito para la formación bonificada que variará en función del tamaño de la empresa, desde los 425 euros por persona en las de menos de 10 empleados, a los 400 euros en las que tengan hasta 50 y 320 euros para las de más de 50. Este incremento de crédito, que se hará efectivo mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, será financiado a través de una aportación extraordinaria al presupuesto del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
El número mínimo de horas de formación que debe realizar cada trabajador por el que la empresa se haya aplicado exenciones también depende del número de empleados: será de 30 horas para quienes tengan contratadas entre 10 y 49 personas y de 40 horas a partir de 50 nóminas.
El texto [consulta aquí el real decreto íntegro] establece que las acciones formativas deberán desarrollarse durante la aplicación de la reducción de jornada o suspensión del contrato, en el ámbito de un expediente de regulación temporal de empleo, o en tiempo de trabajo. "En cualquier caso, deberán respetarse los descansos legalmente establecidos y el derecho a la conciliación de la vida laboral, personal y familiar".
Se pondrán en marcha en noviembre
Los nuevos Erte formativos, que se pondrán en marcha en noviembre, buscan "priorizar las necesidades formativas reales del mercado laboral, incluyendo las competencias digitales, así como aquellas que permitan recualificar a los trabajadores, aunque no tengan relación directa con la actividad desarrollada en la empresa". El plazo para la prestación efectiva de las acciones formativas finalizará el 30 de junio de 2022.
Los nuevos Erte postpandemia los negocia el Ministerio de Trabajo en la mesa de reforma laboral para erigirlos como mecanismo alternativo al despido en momentos de dificultades para las empresas o crisis. El compromiso con Bruselas es que estén listos y en vigor para principios del año que viene por lo que la norma aprobada el martes por el Gobierno ya recoge el posible tránsito de los Erte de pandemia a este nuevo mecanismo que pone el foco formativo.
"Es una especie de piloto para el nuevo modelo", señalan desde el Ejecutivo y recoge Efe. Tienen, de nuevo, enfrente a la CEOE, que pese al acuerdo, cuestiona que solo sea valido el modelo de formación bonificada que se articula desde la Fundae y que, ha criticado, "pagan las empresas pero no funciona".
La Fundae a la que se refirió Antonio Garamendi en esas declaraciones pertenece al sector público estatal y está compuesta por la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las organizaciones empresariales y sindicales. Desde los sindicatos también mostraron sus dudas sobre que en esta prórroga se introdujera la formación.