Economía

La moneda del billón de dólares, la triquiñuela para evitar el caos de la deuda en EEUU

Foto: Archivo

Queda menos de un mes para que Estados Unidos caiga en una situación de impago de sus deudas. Al igual que con el presupuesto federal, el país vuelve a verse constreñido por una lucha partidista que se produce cada poco tiempo y que mantiene la economía de la nación en jaque. La catástrofe está a la vuelta de la esquina y los legisladores no parecen dispuestos a ceder en sus posturas. Pero la solución puede ser tan sencilla como tramposa: acuñar una 'supermoneda'.

EEUU se enfrentará a mediados de octubre -se calcula que para el día 18- a su techo de deuda, por lo que no podrá seguir endeudándose y sin embargo tendrá que continuar haciendo frente a las inmensas deudas contraídas. Solo el Congreso puede elevar ese techo o suspenderlo, evitando que el país entre en impagos a sus acreedores.

Desde que concluyó en julio la suspensión de dos años que los legisladores aprobaron en 2019, el Tesoro no ha podido emitir nuevos bonos, pero ha seguido pagando las obligaciones contraídas. Desde entonces, ha recurrido a medidas extraordinarias para poder hacer frente a estos pagos, pero se le agotan las opciones. El dinero se acaba y, de momento, no hay manera de financiarse. 

Pero algunos legisladores han retomado una vieja propuesta, una laguna legal, que podría salvar la situación. El Departamento del Tesoro que comanda Janet Yellen podría acuñar una moneda de platino de un billón de dólares y depositarla en la Reserva Federal, de forma que podría seguir pagando las facturas. 

La ventaja evidente para la administración Biden es que esto no necesita la aprobación del Congreso y quedaría al margen de la lucha partidista. Solo depende del Ejecutivo. 

De esta manera, el país podría seguir haciendo frente al pago de sus deudas, que no solo comprenden a los inversores internacionales, sino también el pago de la Seguridad Social o las fuerzas armadas. Por ello, se considera que si se llega al impago la recesión económica estará prácticamente asegurada.

"Un retraso que ponga en duda la capacidad del gobierno federal para cumplir con todas sus obligaciones probablemente causaría un daño irreparable a la economía estadounidense y a los mercados financieros mundiales", escribió Yellen hace unas semanas a la líder demócrata Nancy Pelosi, donde añadía que la economía se puede ver perjudicada sin alcanzar el impago, causando un "grave daño a la confianza de las empresas, elevar el coste de los préstamos a corto plazo para los contribuyentes y afectar negativamente a la calificación crediticia de EEUU".

Así, una vez que la oposición careciese de la capacidad de presionar con el bloqueo en el aumento del techo de deuda, las negociaciones podrían facilitarse, subirse ese techo y recomprar la moneda de la Reserva Federal para volver a fundirla como si nada hubiese pasado.

Yellen, que fue presidenta de la Fed y ahora dirige el Tesoro, se ha mostrado partidaria de arrebatar al Congreso su capacidad de impedir un mayor endeudamiento del país mediante la abolición del techo de deuda. En este sentido, alega que son los legisladores los que se comprometen a realizar determinados gastos en nombre de la nación y deben cumplir esas obligaciones. 

"Si para financiar esas decisiones de gasto e impuestos es necesario emitir deuda adicional, creo que es muy perturbador poner al presidente y a mí misma, la secretaria del Tesoro, en una situación en la que podríamos ser incapaces de pagar las facturas resultantes de esas decisiones pasadas", señaló en su comparecencia en el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes esta semana.

Una idea recurrente

La idea de la moneda de platino surgió en 2010 del abogado Carlos Mucha, quien apuntó la propuesta en un blog. Fue con el límite del techo de deuda de 2011 cuando la ocurrencia se popularizó, y ha sido retomada en ocasiones similares. 

Aunque ha habido numerosas críticas a la medida, especialmente por parte de los republicanos, quienes han intentado modificar la ley para impedir esa laguna legal, esta noción volvió a ponerse en la mesa al inicio de la crisis del coronavirus por parte de la congresista demócrata Rashida Tlaib, quien sugirió emitir dos monedas de un billón para conceder 2.000 dólares a cada estadounidense y reactivar la economía sin necesidad de endeudar al gobierno.

La moneda tendría que ser de platino, puesto que es el único metal que la ley de moneda estadounidense permite que tenga un valor superior a los 50 dólares.

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