
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, elevó el tono de sus advertencias al Gobierno. Declaró en Murcia, tras un encuentro con el presidente del gobierno regional, Fernando López Miras, que "nuestra paciencia se ha agotado, si no hay una propuesta en firme sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en la primera reunión en septiembre, con nosotros que no cuenten para el resto de mesas de negociación".
El sindicato participa actualmente en la mesa de la reforma laboral y en la que debe abordar la segunda parte del modelo de financiación de la Seguridad Social. Pero también, de políticas activas de empleo o la que se debe plantear en septiembre para reformular los Ertes de final de año, entre otras.
Pepe Álvarez reiteró el compromiso de UGT con al aumento del SMI y señaló que se trata de una cuestión que no puede esperar más, algo que el sindicato ha trasladado al Gobierno y al presidente "cada vez que he tenido oportunidad", remarcó el sercetario general del sindicato.
"No podemos poner una sonrisa mientras no se mejora la vida de los trabajadores. El SMI afecta en torno a cuatro millones de trabajadores y trabajadoras, en el caso de Murcia, cerca de un 19% de la población se vería beneficiada por esa subida. Además, una subida de 25 euros al mes no supone ninguna diferencia seria para la viabilidad de las empresas", informó ayer el sindicato en una nota remitida a los medios de comunicación.
Álvarez apuntó que "retirarnos de la mesa de negociación será el primer paso", pero habrá más medidas si el Gobierno no responde y pretende seguir decidiendo "dónde se negocia y dónde no, porque eso es prepotencia". "Empezamos a estar hartos de declaraciones en las que parece que deciden todo ellos solos, que son autosuficientes. "No pedimos ninguna cuestión que no esté en los programas de Gobierno", dijo.