Europa continúa desplegando todo su arsenal y revisando todo su fondo legislativo para financiar la doble transición digital y 'verde', las dos grandes prioridades del mandato para relanzar la Unión tras la pandemia. La Comisión Europea propuso este viernes aflojar el corsé de sus estrictas normas de ayudas de Estado para facilitar la inversión pública desde los Estados miembros en estas áreas prioritarias.
En concreto, el Ejecutivo comunitario expandió el alcance del Reglamento general de exención por categorías, que permite a los Gobiernos inyectar recursos en algunos sectores o proyectos sin necesitar el aprobado de Bruselas. Ahora incluirá también ciertos programas comunitarios, para facilitar la interacción entre los fondos de la UE y la inversión nacional. Así, las capitales no tendrán que buscar la bendición previa cuando financien proyectos respaldados por el fondo InvestEU (el antiguo 'Plan Juncker'), proyectos de innovación que han recibido el sello de excelencia de la Comisión y algunos proyectos conjuntos del programa Horizonte 2020, además de iniciativas de la Cooperación Territorial Europea (Interreg).
También modificará el reglamento para facilitar que los Gobiernos ayuden a empresas que trabajen en la doble transición sin requerir el visto bueno de la Comisión, facilitando la llegada de recursos tan necesaria tras el impacto de la pandemia. Las firmas que se dediquen a la eficiencia energética de los edificios, los puestos de recarga para los vehículos de bajas emisiones, o las redes de telefonía 4G y 5G y algunos proyectos de conexión digital transeuropea no necesitarán el aprobado previo de la Comisión para recibir ayuda.
"Las nuevas normas facilitarán que los Estados miembros proporcionen rápidamente la financiación que tanto necesitan en apoyo de una recuperación sostenible y resistente de los efectos económicos de la pandemia del coronavirus", destacó la vicepresidenta de la Comisión al cargo de Competencia, Margrethe Vestager.
La propuesta se suma al marco temporal aprobado durante la pandemia para facilitar las ayudas de Estado a las empresas afectadas por el covid-19. Además, la Comisión está realizando una amplia revisión de su política de Competencia que tiene intención de publicar a finales de Octubre. Este ejercicio llega tras las presiones de Francia y Alemania para que Bruselas abra más la mano y permita el apoyo nacional para formar "campeones europeos", que compitan en una economía global más agresiva frente a las grandes firmas de EEUU o China.