
En España, estamos acostumbrados a recibir el salario a final de mes, lo que marca muchas veces nuestros ciclos de consumo. Esta fórmula, sin embargo, no es igual en todos los países. En varios estados de América Latina es común el uso de la quincena, recibiendo el salario proporcional cada quince días, y en algunos mercados como Estados Unios y Reino Unido está empezando a estipularse con el salario bajo demanda. Es decir, que el trabajador pueda obtener su salario por los días trabajados.
Según Wagestream, una aplicación de origen londinense que promueve este tipo de pagos, un 67% de los empleados españoles preferiría tener acceso a su salario en tiempo real sin esperar a fin de mes.
Del estudio de Wagestream se desprende también que el concepto de salario en tiempo real aún no está demasiado extendido en España, tanto que solo un 10% de los participantes lo conoce bien, un 15% lo ha escuchado, pero no sabe en qué consiste exactamente y hasta un 74% no lo había oído nunca.
Sin embargo, en España sí que se permite ya pedir un adelanto de la nómina de forma oficial.
Pedir un adelanto de la nómina: un derecho laboral
Según recoge el Estatuto de los Trabajadores, si un empleado necesita liquidez puede plantear al empleador un adelanto de la nómina. Eso sí, con algunas salvedades. El importe será en porcentaje del trabajo acarreado ese mes.
Por ejemplo, si lo solicitamos el día 15 tendríamos derecho al 50% del adelanto. Que tengamos derecho no quiere decir que se nos conceda automáticamente, ya que dependerá de la liquidez de la propia empresa, pero el trabajador no debe tener miedo a plantearlo.
"El trabajador y, con su autorización, sus representantes legales, tendrán derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado", se recoge en su artículo 29.
Ahora bien, ¿cómo pedir algo que no suele ser demasiado común y que puede denotar cierta inseguridad financiera?
Conocer las posibles políticas de la empresa al respecto puede ser un buen punto de partida. Quizá sea algo ya instaurado y común. Busca esta información en el manual del empleado, a través de recursos humanos o preguntando directamente a un superior en la empresa. Asegurarse de que el motivo por el que presenta la solicitud es considerado válido por la empresa y de si siguen algún protocolo concreto también es importante.
Explicar si lo consideramos por qué lo necesitamos de forma honesta es lo más aconsejable, y se recomienda poner por escrito la solicitud aunque no sea necesario al cien por cien. De un modo u otro, es importante tener en cuenta que esta flexibilidad salarial está cada vez más a la orden del día.