
A menudo entre nuestro grupo más cercano solemos dividir a las personas entre 'ahorradores' y 'despilfarradores'. Sin embargo, hay muchos puntos intermedios.
Ken Honda es un psicólogo japonés que ha estudiado la relación entre emociones y finanzas personales autor del best-seller Happy Money: el arte japonés de estar en paz con tu dinero.
Honda describe en su libro hasta 7 perfiles distintos que puede tener una persona en base a cómo actúa y se siente con su dinero. Desde el ahorrador al gastador compulsivo pasando por el 'derrochador salvado por el ahorro' o el moneymaker.
El autor ahonda en que conocer y saber identificarnos con uno de nuestros perfiles puede ayudarnos a tener una relación más sana con nuestras finanzas personales y saber qué puntos debemos corregir para por ejemplo ahorrar más o quizá no ser tan excesivamente poco arriesgados.
Los 7 tipos de personalidades que existen con el dinero
"Cada uno de nosotros tiene sus propias creencias y emociones sobre el dinero, y la mayoría de ellas están moldeadas por nuestras experiencias vitales individuales por ejemplo, transmitidas por nuestros padres o influidas por nuestras situaciones actuales", escribe el autor.
Estas son las 7 personalidades relacionadas con el dinero que describe Honda y los rasgos que sirven para identificarnos y reconocerlos:
1. El ahorrador compulsivo
- Guarda dinero sin cesar, a veces sin un objetivo real en mente.
- Cree que ahorrar dinero es la única manera de sentirse más seguro en la vida.
- Es muy frugal con todos sus gastos .
Honda cuenta que algunos ahorradores compulsivos tienen tanto miedo a perder dinero que pasan toda sin permitirse disfrutes como por ejemplo aficiones o actividades que podrían aportarles felicidad. Encontrar un equilibrio entre estas cuestiones es aconsejable.
2. El derrochador
- Tiendes a gastar dinero en cosas que no necesita necesariamente.
- Tiene una personalidad extrovertida y le encanta agasajar a la gente con algo especial, a veces sin ninguna razón en particular.
- Cuando tiene problemas emocionales, su solución a veces pasa por gastar.
En casos extremos, pueden correr el riesgo de caer en la bancarrota si gastan constantemente más de lo que ganan. Honda recomienda en estos casos cerrar presupuestos, dejando una partida acotada para caprichos y ser consciente de la necesidad de ahorrar de cara a la jubilación o posibles imprevistos.
3. El 'moneymaker' u obseso de ganar dinero
- Cree que ganar cada vez más dinero es el secreto de la felicidad.
- Dedica la mayor parte de tu energía a intentar ganar la mayor cantidad de dinero posible.
- Le complace el estatus que le da ese dinero y lo visibiliza antes los demás.
El autor japonés señala los peligros de este perfil en que a menudo puede caer en cuadros de obsesionarse con el dinero, que le hagan trabajar días festivos dejando al lado relaciones personales. Para ellos, Honda recomienda donar parte de su dinero e involucrarse en labores de voluntariado, lo que estima que es una buena forma de salir de ese círculo y ver otras posibilidades de su dinero además de su propio beneficio.
4. El indiferente al dinero o el que le da igual
- Rara vez piensa en el dinero o revisa sus cuentas corrientes
- Piensan de forma categórica que el dinero no debe primar en ninguna decisión de su vida.
Peligros: Muchas personas que son indiferentes al dinero creen que solo necesitan una cantidad modesta de dinero para ser felices, lo cual es una mentalidad saludable. Pero esto es una mala decisión cuando llegan imprevisto. Honda recomienda a estas personas ordenar sus gastos mensuales y ser consciente de qué se tendría que privar en un momento malo.
5. El derrochador disfrazado de ahorrador
- Tiene rasgos comunes entre los ahorradores y los derrochadores.
- Comienza ahorrando mucho dinero, pero luego cede a los impulsos de gastar en cualquier tontería.
- Cuando utiliza sus ahorros, puede gastar en cosas que no necesita o que raramente utilizará.
Honda califica como emocionalmente agotador este perfil en el que se pasa del ahorro compulsivo al derroche compulsivo. Los ahorradores suelen acabar estresados y decepcionados consigo mismos por haber trabajado tan duro para ahorrar y después gastarlo de buenas a primeras.
El autor recomienda para estas personas hacer el ejercicio de posponer un gasto importante si es posible un par de semanas, y ver si entonces les resulta tan necesario.
6. El jugador o apostador
- No le resulta complicado arriesgar su dinero por el placer de la recompensa.
- A veces realiza gastos por puro aburrimiento
Este perfil encaja directamente con el de una persona que acostumbra a apostar y puede cruzar la línea, pero también en el de un inversor demasiado arriesgado. Apartar una cantidad fija de ahorro mensual es la recomendación que da Honda y ser estricto con no tocarla a pesar de que pueda perder valor por la inflación.
7. El eternamente preocupado
- No importa si le va muy bien económicamente: siempre se agobia por poder perderlo.
- Se obsesiona con el peor escenario posible, que también suele ser el más improbable.
Honda destaca que aunque siempre es bueno posicionarse alguna vez ante una situación mala para ser consciente, esto no debe limitar nuestra felicidad. Sobre todo si nos va bien. Aquí la recomendación de Honda es acudir a un asesor financiero o incluso a terapia para limar esos miedos.