
Uno de los legados más valiosos que pueden inculcar los padres a los pequeños durante su niñez es iniciarles en una serie de hábitos saludables. Recoger, ayudar en casa, leer, hacer deporte o cuidar la higiene serían solo un pequeño ejemplo de esas buenas costumbres. ¿Por qué no enseñarles entonces desde pequeños a gestionar de la mejor manera sus finanzas?
Si un niño aprende a ahorrar se irá asegurando poco a poco su futuro financiero, aprenderá a establecer objetivos y cumplirlos e incluso a posponer la gratificación de las acciones y esfuerzos que se llevan a cabo. Desde la web especializada Preahorro.com han elaborado una lista de consejos fáciles para ayudar a los padres a inculcar en los niños el amor por el ahorro.
Que los niños se acerquen al dinero. Lo primero sería que los niños entren en contacto con el dinero, que lo manipulen y se acostumbren. Para ello cada padre debe establecer sus propias herramientas que aseguren que el niño se 'gana' su propio dinero. Bien sea en formato de paga semanal (mejor que mensual ) o de otro modo.
El milagro de la hucha transparente. A pesar de que la mayoría de padres opta por huchas opacas (el típico cerdito o la hucha de hojalata) para iniciar a sus retoños, la mejor alternativa es un bote de plástico o de cristal transparente. Así los niños pueden ver cómo evolucionan sus ahorros, igual que el marcador de un videojuego, algo a lo que ya están acostumbrados.
Establecer objetivos y cumplirlos. Puede haber uno o más botes de plástico, dependiendo de los objetivos que tenga el niño. Si por ejemplo quiere una nave de Star Wars, tendrá un bote donde él mismo escriba el objetivo. Los padres deberían ayudarle a marcar estos objetivos y además tendrían que darle un valor numérico, que puede ser el precio del juguete o una cantidad menor. Lo ideal para quienes están empezando a ahorrar es no fijarse demasiados objetivos (con uno será suficiente) y que no sean muy a largo plazo (un máximo de entre tres y cuatro semanas). Con el tiempo se pueden añadiendo metas y ampliando marcos temporales.
Si usted ahorra, él ahorra. Servir de ejemplo es la mejor arma. Ahorrar y demostrarle a los pequeños que ellos también pueden hacerlo para conseguir los objetivos que quieren suele resultar infalible.
Ahorrar es útil y divertido. Recordemos que no dejan de ser niños y a veces guardar el dinero para más adelante puede resultar duro. Déles el empujón que necesitan con algún tipo de incentivo como pagarles parte de lo que cuesta lo quieren o ayudándoles a ser 'pequeños emprendedores' pensando fórmulas para ganar más dinero dentro de sus limitaciones.
Objetivo...'Vacaciones en familia'. Tener objetivos de ahorro familiar es bueno por varias razones. Por un lado cohesionan el núcleo familiar y por otro hacen ver a los más pequeños que ellos también forman parte de las decisiones importantes.
La 'extra' de Navidad y otros regalos varios. Enséñeles a aprovechar las oportunidades. Los cumpleaños y la Navidad son el momento idóneo para trabajar el pensamiento estratégico a largo plazo. En lugar de acumular regalos se les puede hacer ver que existe la posibilidad de que pidan dinero o junten regalos para conseguir una meta más alta.
El ahorro como estilo de vida. Recuerde que el ahorro como tal se puede inculcar de diferentes maneras: no sólo es meter dinero en una hucha. No malgastar recursos en casa es otra forma de conseguir inculcar hábitos saludables para las finanzas personales de los pequeños.