La Cámara de Comercio de Barcelona ha cerrado su primer año presupuestado por una dirección independentista con unas pérdidas de 477.000 euros, frente a números negros en los años anteriores. El desplome de ingresos por la pandemia se ha sumado a una política expansiva en gasto que la dirección secesionista prevé mantener en 2021 pese a la incertidumbre económica porque quiere "impulsar la institución", aún a costa de acabar este año con 300.000 euros de pérdidas, según la documentación consultada por elEconomista.
El presupuesto de 2021 cuenta con 225.000 euros menos de ingresos por las tres grandes empresas mecenas -Abertis, Naturgy y Catalonia- que han abandonado los asientos de pago del pleno de la entidad, en el que Eines de País tiene mayoría absoluta, por lo que se ha convertido en un órgano espectador sin capacidad de cuestionar las decisiones de la ejecutiva hasta enero pilotada por Joan Canadell. Y las voces críticas lamentan que los gestores actuales están dilapidando el colchón de recursos creado en los años previos a su llegada.
Respecto a las cuentas de 2020, la previsión inicial pasaba por unas pérdidas de 600.000 euros -frente a beneficios de 248.000 euros en 2019 y 140.700 en 2018-, que se revisaron a 900.000 en julio, si bien finalmente hubo un recorte de inversiones en favor de iniciativas para combatir los efectos de la pandemia.
Según la dirección actual de la Cámara de Barcelona, el año pasado destinaron más de un millón de euros de recursos propios a apoyar a las empresas en crisis. Los ingresos de 2020 ascendieron a 19,6 millones de euros, de los que la organización destaca la partida de 8,5 millones provenientes de programas europeos (FEDER y FSE) que la Cámara invirtió en el plan 'Levanta tu Negocio', junto a los fondos aportados por la Generalitat.
El ente cameral defiende que los fondos propios reflejados en el balance de situación de 43 millones de euros y la tesorería de nueve millones de euros "reafirman la solidez patrimonial de la corporación".
Con ese argumento, el presupuesto de 2021 supera los 24 millones de euros y destina más de 875.000 euros a proyectos de activación sin contraprestación económica y con la aplicación de 300.000 euros de fondos propios.
El nuevo presupuesto también prevé un incremento de los ingresos por servicios del 20% y crecimiento territorial y de estructura en la sede central de la entidad.