
Después del demoledor impacto en la economía española del Covid, la mayoría de las empresas confían en ver algo de luz al final del túnel a partir de 2022. Así lo refleja el informe Perspectivas España 2021, realizado por KPMG en colaboración con CEOE, que recoge que el 66% de las compañías espera volver a niveles de facturación previos a la pandemia a partir del próximo año.
Aunque la confianza empresarial sigue estando marcada negativamente por la crisis sanitaria, el informe desvela una ligera mejoría respecto al anterior sondeo realizado por KPMG el pasado mes de julio. Siete de cada diez empresarios o directivos consultados aún califican la situación económica como mala o muy mala. Sin embargo, con la vista puesta en los próximos 12 meses, el 39% de las empresas confían en que esta mejore, frente al 34% que lo esperaban en julio de 2020. Además, el 61% prevén comenzar a recuperar su facturación a lo largo de este 2021.
Los efectos de la crisis originada por la expansión del virus en la actividad empresarial son más que evidentes en el documento, basado en una encuesta a 1.400 empresarios y directivos de 25 sectores. El 44% de las empresas califica su situación actual como "sensible", pero espera sortear la crisis, mientras que un 5% la tilda de "preocupante" y cree que su supervivencia está en riesgo.
La mitad reconocen que se han visto obligadas a ajustar sus plantillas, cifra muy similar a las que han tenido que recortar inversiones, el 47%, y los costes de producción, el 49%. Para 2021 las perspectivas mejoran y el 29% de los empresarios anticipa que incrementará su número de empleados, frente a un 32% que prevé reducirlo y a un 38% que señala que se mantendrá igual. En julio del año pasado, apenas el 13% de las empresas preveían un aumento de la contratación para el próximo ejercicio.
Convivir con el virus
Según Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, el estudio muestra que "las empresas esperan recuperar progresivamente sus ventas a lo largo del año, aunque son conscientes de que 2021 todavía presenta muchas incógnitas y será, previsiblemente, un ejercicio de transición. La mayoría cuenta con convivir con el virus al menos 12 meses y, a pesar de ello, esperan incrementar su facturación a lo largo del ejercicio sabiendo que no será hasta, al menos, 2022 cuando se recuperen las ventas previas a la pandemia".
El documento también confirma que el impacto de esta crisis ha sido muy diferente según el sector. Los más dependientes de la movilidad y de la presencia física como son la restauración, el ocio, el turismo o el transporte han sufrido un deterioro más significativo. Por el contrario, otros negocios como seguros, tecnología, farmacia, energía o gestión de activos han mantenido su actividad.
En el caso de la tecnología, es el que presenta un mayor porcentaje de empresas que aumentarán su plantilla, un 66%. Una cara positiva que contrasta con la de las empresas turísticas, en las que casi seis de cada diez firmas estiman que reducirán su fuerza laboral. Otros sectores que vivirán un año marcado por las reestructuraciones laborales serán la banca, con un 57% de las entidades, y la restauración, donde más de la mitad de los empresarios reducirán su plantilla.
Algo similar ocurre con la inversión prevista para 2021. En el conjunto permanecerá estable, ya que un tercio de las firmas anticipa que la mantendrá igual, un 36% la aumentará y un 32% la reducirá. Unos porcentajes que casi se duplican en algunos sectores, como los pertenecientes al ámbito de la tecnología, sector público y gestión de activos, que se mostrarán muchos más activos que el resto. Así, dos tercios de las tecnológicas y más de la mitad de las de gestión de activos aumentarán su volumen inversor.
Precisamente la fortaleza del sector tecnológico y el desarrollo de la digitalización con la pandemia explica también cuales serán los perfiles profesionales más demandados para este año. Gestores de la transformación digital, expertos en ciberseguridad, y especialistas en tecnologías emergentes como inteligencia artificial ocupan el podio de los puestos que más buscan las empresas consultadas.
En una crisis mundial que prácticamente estalló de la noche a la mañana, asegurar la financiación se convirtió en una prioridad para muchas empresas ante la fuerte caída de ingresos. En 2020, el 52% de las empresas ha llevado a cabo reestructuraciones operativas y un 39% financiaciones o refinanciaciones de deuda y en los 12 próximos meses un 36% tiene previsto abordar reestructuraciones operativas. Además, el 52% de los encuestados señala que quiere obtener nueva financiación para sufragar su crecimiento orgánico, un 25% para refinanciar deuda y el 22% para abordar operaciones de fusiones y adquisiciones.
A la caza de fondos europeos
Precisamente para reimpulsar la actividad y la transformación económica uno de los pilares en el que todos coinciden son los fondos del Plan Europeo de Recuperación, que han generado una gran expectación en el ámbito empresarial. El 46% de los encuestados quiere optar a estos fondos, un 18% lo descarta y el 36% restante todavía no sabe si los solicitará.
La modernización y digitalización industrial y la transición energética son los que despiertan un mayor interés entre los encuestados que se plantean optar a estos fondos. Para casi seis de cada diez encuestados, las empresas deberían ser las encargadas de gestionar directamente los proyectos y los fondos previstos para ellos.
Valoración política negativa
Para el 72% de las compañías encuestadas en el informe de KPMG, la situación política en 2020 ha tenido un impacto negativo en su empresa, frente a apenas un 4% que cree que ha sido positiva y un 24% que señala que el efecto ha sido neutro. Los porcentajes son exactamente los mismos que se registraron en la encuesta del verano pasado. Para el 64% de los empresarios y directivos que valoran la coyuntura política negativamente, ese impacto se ha traducido en la paralización de decisiones de inversión. Para 6 de cada 10 el principal efecto negativo se centra en la imagen del país y otro 42% se considera perjudicado por el retraso en normativas que les afectan.
Casi la mitad consideran que el aumento de los impuestos es una de las principales amenazas para la economía española y un 43% cita la incertidumbre política, por delante del 39% que apunta a los rebrotes del virus.