Economía

Bruselas quiere enseñar más los dientes en su política comercial

  • EEUU y China han sido un quebradero de cabeza constante
  • Dombrovskis plantea una estrategia "abierta, sostenible y asertiva"
Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea. Reuters
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Los últimos años han sido muy duros para las relaciones comerciales europeas. EEUU y China, sus dos principales socios, han sido un quebradero de cabeza constante. La Organización Mundial del Comercio, protectora del multilateralismo que defiende, encalló por culpa de Washington. Y a Bruselas le costó defender prioridades como su agenda sostenible, como está probando los problemas con la ratificación del acuerdo con Mercosur.

Para dar un nuevo impulso a su agenda comercial, una de las principales palancas de la UE para hacerse valer en un mundo más hostil, la Comisión Europea presentó este jueves una nueva estrategia que se resume en tres palabras: "abierta, sostenible y asertiva", dijo el vicepresidente de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.

Sobre todo, Bruselas quiere adoptar un enfoque "más estricto" al lidiar con sus socios comerciales. Por una parte, les quiere convencer para reformar la OMC, sobre todo a EEUU y China. Además, busca ejercer su influencia en la lucha contra el calentamiento global y en aspectos regulatorios, sobre todo en el campo digital.

Pero, al mismo tiempo, Bruselas presentará una serie de herramientas para asegurar que las relaciones comerciales son equilibradas y recíprocas. La Comisión está preparando un nuevo instrumento para proteger a la UE de posibles acciones coercitivas de países terceros. También estudiará crear una línea de crédito para apoyar las exportaciones comunitarias, como tienen otros países. Además, también está elaborando una propuesta para evitar las distorsiones causadas por las subvenciones extranjeras en el mercado interior de la UE, por ejemplo en licitaciones públicas. Todas estas medidas se suman a decisiones recientes, como la creación del cargo comunitario para vigilar el cumplimiento de los compromisos de los acuerdos comerciales.

La presentación de la nueva estrategia llega en un buen momento para alzar la voz. La llegada de Joe Biden ofrece una oportunidad para solucionar los roces arancelarios y reformar la OMC. Y la conclusión del reciente acuerdo de inversión con China sirve para abordar algunos de los problemas bilaterales. Dombrovskis avisó no obstante que el acuerdo "no es la panacea", y deberán seguir discutiendo con Pekín asuntos como los derechos laborales o la transferencia forzosa de tecnología.

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