Los últimos datos del Ministerio de Trabajo que establecen en 3.964.353 el número de desempleados en España contrastan con el 9% de plazas vacantes que, de media, quedan sin cubrir en las empresas ante la falta de perfiles específicos.
Según el último informe de Adecco sobre perfiles deficitarios y escasez de talento en España, ocho de cada 10 directores de recursos humanos tienen problemas para reclutar perfiles para su compañía, porcentaje que se ha disparado 30 puntos porcentuales en los últimos cinco años.
En este sentido, los consultores de la empresa de gestión de recursos humanos han detectado que, de media, un 9% de las vacantes disponibles en el mercado de trabajo se queda sin cubrir, pudiendo llegar hasta el 60% en algunos perfiles muy específicos y zonas geográficas.
¿Cuáles son esos perfiles que son deficitarios en el mercado de trabajo? La respuesta a la pregunta varía dependiendo de la comunidad autónoma aunque existen ciertos perfiles deficitarios a nivel general de sectores que gozan de pleno empleo.
Los perfiles IT son los más difíciles de cubrir desde hace años. La formación superior muy específica y su escasez en en el mercado hace que gocen prácticamente de pleno empleo y forman parte de un prototipo de candidato que trabaja por proyectos. Son los informáticos, programadores, diseñadores, desarrolladores, técnicos de comunicaciones, perfiles de ciberseguridad, técnicos de soporte, Full Stack developers (front y back) y perfiles especializados en Big Data y/o Business Intelligence) lleva años siendo el más difícil de cubrir.
Pero no es el único sector. También es generalizada la falta de personal sanitario de todos los niveles (aún más buscados actualmente como consecuencia de la crisis sanitaria); perfiles técnicos y/o con titulación de Formación Profesional (FP) asociados al desarrollo de la Industria (es el caso de los electromecánicos, carretilleros, soldadores, oficios, operarios para el sector de la alimentación o técnicos de mantenimiento); perfiles cualificados asociados al desarrollo de los Servicios (comerciales y administrativos con idiomas o teleoperadores) y también ingenieros.

¿Por qué este déficit de talento? Según el informe, existen varias razones que explican la carencia. Entre ellas, la escasez de perfiles cualificados y bien formados en ciertos ámbitos (la FP tiene una demanda muy por encima de la oferta existente), los turnos cambiantes para determinados puestos, el dominio de idiomas (se está solicitando cada vez más una tercera lengua), la búsqueda de candidatos muy especializados, y los salarios poco competitivos en algunas regiones.
El informe además apunta a una menor disposición a la movilidad de los trabajadores y de los desempleados provocada por la crisis sanitaria y las restricciones de movimientos.
El caso concreto de la FP
Una de las razones de falta de perfiles mencionadas es la fuerte escasez de mano de obra con titulación de Formación Profesional. Según el informe el 38,8% de las ofertas de empleo que se publican en España exige esta formación como requisito, porcentaje que es igual al de las ofertas para titulados universitarios y que en 2018 llegó incluso a superar a la demanda de licenciados o diplomados.
Hay que añadir que en muchos de los ciclos de FP existentes el papel de la mujer es residual, limitando aún más la oferta de estos profesionales. Así, solo el 2,2% del alumnado del ciclo básico de Fabricación Mecánica es mujer, y solo un 3% del grado medio de Electricidad y Electrónica, según datos del estudio Igualdad en Cifras MEFP (2020)2, elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
"Tenemos la generación mejor preparada de la historia, nuestros jóvenes, pero hay una parte de la población que se ha quedado descolgada de ese nivel y que puede reenfocar su carrera hacia estos perfiles y sectores. Ahora más que nunca el talento debe apostar por el reskilling y el upsikilling como vía para una mayor empleabilidad", indica Rubén Castro, director de Adecco Staffing.
De la misma radiografía, Castro sustrae la necesidad de que las empresas y los organismos públicos competentes, hagan un esfuerzo por generar empleo de calidad, "gracias a la colaboración público-privada" y para reforzar las políticas activas de empleo que permitan la recualificación de la población trabajadora y la apuesta por "salarios vinculados a la productividad".