El cambio de guardia en la Casa Blanca se produce en un momento clave para la economía de Estados Unidos. El país cerró el año pasado con una pérdida neta de 9,37 millones de empleos, una cifra no vista desde 1939. Según los cálculos de la Reserva Federal de Atlanta (GDPNow) y la Fed de Nueva York (Nowcasting), la actividad económica despidió el año pasado creciendo entre un 7,4% y un 2,5% respectivamente.
Sin embargo, el desembarco del demócrata Joe Biden llega avalado por una ambiciosa hoja de ruta económica que en el corto plazo busca desembolsar hasta 1,9 billones de dólares para paliar la fatiga experimentada por la recuperación.
Al fin y al cabo, EEUU destruyó 140.000 empleos el pasado diciembre mientras la media de infecciones diarias por Covid-19 en la última semana alcanzan los 174.316, según los datos más recientes de la Universidad Johns Hopkins. Según los Centros de Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés) se han distribuido 31,2 millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus y administrado 15,7 millones.
El paliativo más inmediato incluye pagos directos de 1.400 dólares por contribuyente o iniciativas como elevar el salario mínimo federal desde los 7,25 dólares a los 15 dólares a la hora. Precisamente esta última medida así como la oronda factura de cabecera planteará problemas no solo para contar con el apoyo bipartidista en el Senado sino también para recibir el apoyo de los demócratas más conservadores.
Biden aboga por un gasto sustancial en buena parte de las áreas que proyectaban los economistas. Además de incluir 1.400 dólares adicionales por contribuyente busca extender los beneficios adicionales por desempleo hasta septiembre de 2021 e incrementar el pago complementario a 400 dólares semanales.
Por su parte los gobiernos estatales y locales recibirían fondos por valor de 370.000 millones de dólares, tanto en ayudas directas como indirectas, mientras que el sistema de salud pública contaría con una inyección de 190.000 millones de dólares.
El demócrata presentará el próximo mes la segunda fase de su plan económico
Un esfuerzo que forma parte de la estrategia del demócrata para administrar 100 millones de dosis en sus primeros cien días en el cargo. También propuso 170.000 millones de dólares en fondos para la reapertura segura de los colegios, ampliar el crédito fiscal por hijo y la ampliación de los subsidios a las primas de los seguros médicos, entre otras iniciativas.
Aún así, la aprobación de estas medidas enfrentará escollos en el Senado, donde Biden deberá contar con al menos 60 votos a favor u optar por la reconciliación de presupuesto, un mecanismo más complejo que quizás quiera reservar para la segunda parte de su plan económico que tiene previsto presentar el próximo mes.
El demócrata presentará el próximo mes la segunda fase del mismo, orientado a la inversión en infraestructura y la transición energética, que promete ascender hasta por lo menos otros 2 billones de dólares.
Es precisamente en este punto donde Biden podría aprovechar en la segunda mitad del año para plantar el incremento del impuesto de sociedades, que recordemos durante su campaña alegó que ascendería al 28% y también para aumentar los impuestos sobre la renta de los individuos que ganen más de 400.000 dólares.
Decretos y mejoras de crecimiento
Dado que algunas medidas pueden implementarse a golpe de decreto, Biden tiene previsto implementar hoy mismo 17 decisiones ejecutivas entre las que se incluyen la firma de 15 decretos. Entre ellos se incluye una orden ejecutiva para ampliar las moratorias de desahucio y extender la congelación del pago de hipotecas. También otra para extender la pausa en los pagos de los préstamos estudiantiles hasta el 30 de septiembre.
Mientras tanto, las principales mesas de inversión han mejorado sus perspectivas de crecimiento para la economía de EEUU en 2021. Según el estratega jefe global de JPMorgan, David Kelly, de implementarse por completo el paquete de rescate de 1,9 billones de dólares, la economía podría crecer hasta un 11,4% nominal año a año a finales de 2021.
Kelly también considera que el plan podría reducir la tasa de desempleo por debajo del 5% a finales de este año. JPMorgan había estimado previamente que el PIB nominal estaba en camino de aumentar en un 6,4% interanual a finales de 2021.
Andrew Hollenhorst, economista jefe de Citi, considera que se podrían aprobar entre 500.000 millones y un billón de dólares en nuevas ayudas
Por su parte, los economistas de Goldman Sachs elevaron sus proyecciones de crecimiento del PIB de EEUU al 6,6% en 2021 desde el 6,4% previo. Su grupo de economistas espera ahora una menor tasa de desempleo, que podría cerrar el año en el 4,5%.
La expansión económica proyectada se verá impulsada por un aumento de los ingresos disponibles y el gasto del gobierno, según el banco, ya que el plan de estímulo de Biden acentúa su intención de apuntalar la economía estadounidense en recesión.
Desde Bank of America elevaron sus proyecciones de crecimiento para el PIB de EEUU del primer trimestre de 2021 hasta el 4% desde el 1%. Pero también redujeron sus perspectivas para el segundo trimestre al 5% desde el 7%.
Andrew Hollenhorst, economista jefe de Citi, considera que se podrían aprobar entre 500.000 millones y un billón de dólares en nuevas ayudas relacionadas con el Covid-19, en lugar de los 1,9 billones de dólares propuestos por Biden, cuyo impacto se dejaría notar en el segundo trimestre de este año.
Para las medidas con menos consenso bipartidista, como elevar el salario mínimo federal hasta los 15 dólares, se espera que los demócratas presenten un proyecto de ley de "reconciliación" que requiera sólo 51 votos a favor en la Cámara Alta. Según indica "esto podría ser un vehículo para otros 500.000 millones de dólares en nuevos gastos y para un potencial aumento del impuesto de sociedades".