No fue hasta que el demócrata Franklin Roosevelt tomó las riendas de la Casa Blanca en 1933 que aquello de los "primeros 100 días" comenzó a calar entre la jerga política. Por aquel entonces, el mandatario tuvo que recomponer una economía desbaratada por el azote de la Gran Depresión y en sus primeras 2.400 horas al frente de Estados Unidos logró que el Capitolio aprobase 76 legislaciones.
Sin embargo, Roosevelt puede considerarse como la excepción que marca la regla. Otros presidentes que también ocuparon el Despacho Oval en plena crisis, como es el caso del demócrata Barack Obama en 2009, solo lograron que 14 leyes pasaran el escrutinio del Congreso y el Senado.
Por aquel entonces, Joe Biden, como vicepresidente del país, jugó un papel importante a la hora de coordinar a los legisladores demócratas con los objetivos de la presidencia. A partir de este miércoles, una vez jure su cargo como presidente del país, Biden tendrá que volver a hacer gala de sus décadas de experiencia entre las bambalinas del Senado.
Precisamente, la herencia que deja el mandatario saliente, el republicano Donald Trump, quien en sus primeros 100 días como presidente echó mano de una treintena de decretos en gran parte para deshacer parte de los logros alcanzados por Obama, amenaza ahora con retrasar las ambiciosas metas de Biden.
El segundo juicio político contra Trump choca de frente con la inauguración del demócrata así como prioridades inmediatas, que incluyen la confirmación de su gabinete, la negociación de su ambicioso estímulo de 1,9 billones de dólares así como gestionar una pandemia que ha infectado a más de 23 millones de estadounidenses y registrado ya alrededor de 400.000 muertes a este lado del Atlántico.
Sin el consentimiento previo de los 100 senadores que componen la Cámara Alta, el impeachment de Trump por "incitación a la insurrección" podría comenzar a la 1 de la tarde (hora local en Washington D.C.) del 20 de enero, justo una hora después de que Biden tome posesión del cargo y Trump se convierta en ex presidente. Eso sí, siempre que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, envíe el artículo antes del 19 de enero.
A partir de entonces, sólo el mismo consentimiento de todo el Senado permitirá a la Cámara crear dos vías: una para confirmar al gabinete de Biden y su agenda legislativa, y otra para el juicio de destitución de Trump. Algo poco probable dado que algunos senadores republicanos ya han mostrado su oposición a este proceso. La alternativa obligará a los demócratas a priorizar. A la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos en los próximos días, la nueva Administración cuenta con planes que si bien no cuentan con apoyo legislativo, Biden podría solucionar a golpe de orden ejecutiva.
Economía
Algunas de las medidas más importantes de su Plan de Rescate Americano, como los pagos directos de 1.400 dólares y la extensión e incremento de los subsidios adicionales por desempleo hasta los 400 dólares, requerirán el visto bueno de los legisladores. No obstante, Biden puede usar decretos para avanzar partes de su estímulo por valor de 1,9 billones de dólares. A través de ellos puede, por ejemplo, extender las moratorias de los desahucios así como en el pago de préstamos estudiantiles, entre otros menesteres. Dicho esto, el grueso del plan presentado el pasado jueves, que incluye elevar el salario mínimo federal hasta los 15 dólares, requerirá una ardua negociación con los legisladores u optar por la reconciliación de presupuesto. De ahí que los economistas estimen que la factura final tenga que reducirse hasta el billón de dólares.
Pandemia
Biden tiene como objetivo vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días de gobierno. El demócrata se ha comprometido a maximizar el suministro disponible de vacunas y materiales necesarios para aplicarlas, aprovechando la Ley de Producción de Defensa para controlar la producción privada. Su plan prevé que el gobierno federal reembolse totalmente a los estados que movilicen a su Guardia Nacional para que ayuden a distribuir las vacunas. Además usando decretos puede imponer un mandato de uso obligatorio de mascarillas en todos los edificios de propiedad federal así como a aquellos que viajan de un estado a otro. En su primer día como presidente, Biden ha prometido reincorporar al país a la Organización Mundial de la Salud y restaurar su liderazgo en el escenario mundial.
Clima, energía y medio ambiente
Está previsto que Biden vuelva a reincorporar a EEUU al Acuerdo de París en sus primeras horas en el Despacho Oval. Éste es un acuerdo a nivel ejecutivo, lo que significa que no requiere la ratificación del Senado como lo haría un tratado. Biden puede pedir dicha reincorporación a través de una orden ejecutiva que entraría en vigor 30 días después. Además de volver a unirse al Acuerdo de París, el demócrata rescindirá los decretos de Trump que aceleraron las infraestructuras de proyectos de combustibles fósiles.
Inmigración
El presidente demócrata tiene autoridad sobre la forma en que se aplican las leyes de inmigración: Obama, por ejemplo, dio prioridad a la deportación de los delincuentes violentos y aplazó la acción contra los llamados "soñadores" que entraron en el país ilegalmente cuando eran niños. Cambios de calado en materia migratoria requerirían una ley del Congreso, pero Biden puede deshacer las órdenes ejecutivas de Trump, entre ellas la que prohibió la entrada de inmigrantes de varios países predominantemente musulmanes.
Seguridad Nacional y Política Interior
Biden, como comandante en jefe de EEUU, cuenta con la capacidad de dirigir las fuerzas armadas y gestionar las relaciones exteriores, con el Congreso delegando en gran medida en su autoridad para imponer sanciones económicas a otros países. También puede entablar negociaciones y acuerdos de seguimiento para endurecer y alargar las restricciones nucleares de Irán. Está previsto que Biden cancele el decreto de Trump que prohibe a los transexuales servir en el ejército. Por otro lado, podría ampliar la aplicación de la ley y hacer más estrictos los controles de antecedentes para el uso de armas en el país.