Economía

Santiago Niño-Becerra: "Tener un puesto de trabajo será un privilegio"

  • El economista, en su nuevo libro, analiza el origen y el fin del Capitalismo
El economista Santiago Niño-Becerra. Caterina Barjau (Editorial Planeta)

Hace más de diez años el catedrático en Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull Santiago Niño-Becerra acertó de lleno en la profundidad de la anterior crisis. Desde entonces se ha convertido en una auténtica referencia para detectar las tendencias del futuro a corto y medio plazo, y más en los tiempos de coronavirus que corren. En su nuevo libro, Capitalismo (1976-2065), realiza un repaso histórico desde los orígenes del sistema que rige el mundo, mientras anticipa su fin en las próximas décadas hacia un nuevo modelo, en el que el factor trabajo irá desapareciendo poco a poco, por los avances tecnológicos.

En 2007 apuntaba que el sistema capitalista comenzó su colapso. ¿Desde esa fecha identifica algunos rasgos que ya están apareciendo del nuevo sistema?

En el 2007 comenzó una crisis de agotamiento de modelo estructuralmente semejante a la Depresión que anunciaba los ingredientes del cambio de un sistema, el capitalista, que ya no resuelve las necesidades propias de la evolución histórica ni de la economía ni de la sociedad. Aumento del poder de las corporaciones, tendencia hacia los oligopolios, reducción de las coberturas del modelo de protección social y aumento de la desigualdad, pérdida de importancia de los estados en favor de regiones y clusters, cooperación entre competidores, paso de la propiedad al pago por acceso al uso, supremacía de equipo sobre el individuo… son elementos que ya se están viendo y que se desarrollarán durante el siguiente modelo con el que finalizará el Capitalismo y que serán característicos del próximo sistema.

Supongo que la pandemia llegó justo en el momento de elaboración de su nuevo libro, pero no ha afectado a los planteamientos principales de la obra en el que vislumbra el fin del sistema capitalista.  ¿Cómo ha afectado a este proceso de desgaste del sistema la crisis del coronavirus? ¿Cómo será el nuevo sistema después del capitalismo?

El virus ha llegado cuando el planeta aún no ha superado la crisis iniciada en el 2007. Por un lado, los efectos de la pandemia han sido, están siendo, y seguirán siendo muy negativos porque literalmente detuvo la actividad económica y ahora la está enlenteciendo y deteriorando. Pero por otro, el virus está acelerando la adopción de unas medidas y la ocurrencia de unos fenómenos que se hubiesen acabado produciendo igual; entre las primeras la expansión de las tecnologías de la comunicación, entre los segundos el cierre o reconversión de negocios que hubiesen acabado no siendo sostenibles, ni viables.

Usted plantea que la protección y la presencia del Estado se irán desvaneciendo en el proceso de fin del Capitalismo, pero en Europa estamos viendo justo lo contrario con la actual crisis. Se han desplegado medidas millonarias para proteger empleos, empresas... ¿Se imaginaba una respuesta así teniendo en cuenta como fue la receta en la anterior crisis marcada por la austeridad?

En el 2009 el enfoque no fue malo: amputar las partes de la economía que ya no funcionaban, pero derivó en una austeridad-para-todos. Pienso que fue para evitar un pánico bancario que hubiese dado al traste con todo. Ahora, sigo pensando, se ha hecho al revés. Como en principio sobra dinero, se reparte a sacos llenos y ya se hará la limpieza. Los ajustes que de hecho ya han comenzado. Esos más de 300.000 millones de euros de ayudas a fondo perdido de la UE van a estar vinculadas a proyectos que van a tener que estar visados por expertos y sujetos al cumplimiento de recomendaciones.

¿Todos estos esfuerzos se hacen para mantener el sistema en pie o por lo contrario se aprendió de la anterior crisis?

Pienso que en gran medida se está actuando por lo que entonces sucedió. De hecho las anfetas inyectadas por los Bancos Centrales entre el 2012 y el 2018 se han mantenido para aguantar mientras se va diseñando el nuevo escenario, para que nadie se asuste, para que nadie piense cosas raras, total lo que sobra es dinero. Desde el 2012 se está viviendo a base de dar la patada para adelante sin importar los problemas de base con las bolsas desconectadas de la economía real, la productividad estancada en EEUU, deuda corporativa fuera de control, deuda pública al alza… ha sido, y aún lo es, como si lo importante fuese ganar tiempo al tiempo.

¿Cuánto tiempo durarán estos colchones sociales que han desplegado los distintos gobiernos?

El FMI en su informe de otoño apunta entre 2024-2026 como momento en el que se retornará a la situación existente en el 2019. Pienso que de una forma o de otra y en unos subsectores o en otros, se mantendrán estas inyecciones a fin de acompañar a la actividad hasta el final. Curiosamente, si estas perspectivas se cumpliesen, la actual crisis tendría una duración prácticamente igual a la que tuvo la Depresión.

España está siendo uno de los países más golpeados por la crisis económica provocada por la pandemia por su estructura productiva. ¿Cómo y cuándo se recuperará el país? ¿Se encontrará un equilibrio para que la economía funcione, sin restricciones sociales tan salvajes como las vividas en abril y mayo?

España (junto con algún otro país) juega en otra liga. Repasando las cifras de cierre del 2019 España mostraba problemas importantes; con ese decorado llegó el virus. España y muchas de sus empresas carecían de amortiguadores financieros. Las empresas han pedido ayuda al Estado y este ha tenido que megaendeudarse, y lo que se endeudará. La economía española no era una economía sana antes de la Covid, los desequilibrios eran patentes empezando por una productividad muy baja, una estructura de PIB sustentada en el bajo valor añadido, un modelo productivo intensivo en factor trabajo, un mercado laboral sustentado en la precariedad, ingresos públicos insuficientes, … y en estas llega el virus que requiere medidas que le sientan como un tiro a la economía española. Uno de cada tres euros de PIB que España genera lo generan subsectores que precisan de la aglomeración sin trabas y de la movilidad sin restricciones. Pienso que a la economía española le falta bastante para alcanzar un cierto equilibrio, aunque sea precario.

En la fotografía que hace de la evolución del Capitalismo es muy crítico con la desigualdad que ha generado, pero también reconoce que sin este sistema hubiera sido imposible alcanzar los actuales niveles de desarrollo. ¿Habría Estado de bienestar sin Capitalismo o, dicho de otra manera, hubiera llegado a desplegarse de tal manera en los países desarrollados?

No, imposible. El modelo de protección social existe debido al Capitalismo y por el Capitalismo, la prueba está en que lo más parecido a algo del pasado fueron las Poor Law inglesas y se hallaban a años luz de la protección actual. De todos modos, el sistema Capitalista pensó en el modelo de protección social un siglo después de su nacimiento y lo implementó tal y como lo hemos conocido 130 años después, cuando, tras la II Guerra Mundial el Capitalismo afrontó una fase de crecimiento generalizado y fortísimo, para lo cual precisó comprar la paz social y garantizar que iba a contar con un factor trabajo entregado a la causa del crecimiento. En las economías planificadas que siguieron el sistema de la URSS se avanzó bastante en algunos aspectos sociales, por ejemplo en sanidad y en educación, pero al ser menor su capacidad de generar PIB y sobre todo, al no pode recurrir al mercado mundial de deuda, el modelo de protección social no pudo alcanzar el nivel que alcanzó en el Capitalismo. Mientras en Francia no tenía que escogerse entre construir un hospital o fabricar aviones de guerra, en la URSS el plan quinquenal puede que no pudiese contemplar ampliar un hospital y, a la vez, mejorar sus aviones militares.

La crisis del coronavirus ha reventado las costuras de los sistema sanitarios por lo menos en países como España, Italia o Reino Unido. ¿Cree que la sanidad pública será una de las cosas que primero cambien?

Sí, pero este problema no ha nacido con la llegada del virus. Viene de bastante atrás, y ha generado una paradoja. Mientras la esperanza de vida ha ido aumentando gracias a la sanidad pública universal, la sanidad se ha hecho cada vez más cara debido a que lo era la tecnología que utilizaba y los medicamentos que consumía y a la vez, en proporción los ingresos para pagar esa sanidad han ido cayendo debido a que la recaudación ha evolucionado por debajo de las necesidades sanitarias. Pienso que la sanidad pública no va a desaparecer, al menos no de hoy para mañana, pero, por un lado, se van a introducir copagos; y, por otro, se va a responsabilizar crecientemente a los usuarios de su propia salud. "¿Usted fuma? ¿Usted no come sano? ¿Usted no hace ejercicio? Pues estos tratamientos no se le van a poder aplicar". Los copagos y menos tratamientos supondrán un progresivo descenso en la esperanza de vida de la población.

La recuperación del empleo en medio de la pandemia está siendo mucho más lenta de lo que se esperaba, incluso para una economía como la de EEUU ¿La pandemia ha exagerado aún más la pérdida del factor trabajo? ¿Va a ser la excusa perfecta para poner de manifiesto que un puesto de trabajo va a ser un privilegio?

La demanda de trabajo medida en horas totales anuales ya estaba decreciendo antes de la llegada del virus, fundamentalmente debido a la aplicación de tecnología, y si no había caído más era debido a que en bastantes actividades aún son más baratas X horas de trabajo humano que la aplicación de una tecnología en concreto. La pandemia, entre otras cosas, ha servido para ver y corroborar que en una serie de actividades la sustitución de personas por tecnología era factible. La consciencia de que un puesto de trabajo es un privilegio llegará, pero pienso que, de forma generalizada, aún no se ha llegado a ese punto, no con el virus.

¿No existe la posibilidad de que el avance tecnológico compense en parte la destrucción de empleo?

Esta es la idea que se está vendiendo pero pienso que en absoluto será así. Hoy ya, de media, por cada empleo que crea la tecnología se destruyen siete. La tecnología cumple de forma inexorable tres características: cada vez es más sofisticada, cada vez es más barata y cada vez es más fácil de utilizar; a esto hay que añadir las ramas colaterales, como la robótica colaborativa que aprende de los humanos, y la Inteligencia Artificial que cada vez es más autónoma. Además se da otro fenómeno: gran cantidad de personas que ya han sido desplazadas por la tecnología no pueden reconvertirse, bien por edad bien por falta de capacidad, por lo que en el mejor de los casos acaban subempleadas, es decir, subremuneradas en relación al trabajo que desempeñaban antes. En principio podría pensarse que es positivo que las máquinas sustituyan trabajo humano, el problema es que la mayoría de los humanos obtienen su renta del trabajo, por lo que el subempleo y el empleo a tiempo parcial reducen las rentas. Ya hoy en España el 16% de las personas ocupadas son pobres.

Su tesis principal para que el Capitalismo se desmorone en las próximas décadas es principalmente la falta de trabajo y la consecuente desaparición de la clase media. ¿En este escenario cómo se gestionará un Estado sin su principal fuente de ingresos? Pienso principalmente en la figura del IRPF. ¿Hacia dónde evolucionarán las estructuras impositivas de un país como España? ¿Una mayor carga fiscal a los ricos compensará la pérdida de tanto empleo?

Bueno, no exactamente. El Capitalismo se desmoronará porque dejará de ser necesario del mismo modo que entre los siglos XII y XIV dejó de serlo el Sistema Feudal, lo que sucede es que antes las cosas sucedían más lentamente. La falta de trabajo y la desaparición de la clase media son consecuencias del derrumbe del Capitalismo. Tras la II Guerra Mundial, el Capitalismo inventó la clase media porque necesitaba del pleno empleo, como el Capitalismo declina la clase media deja de ser necesaria, lo que realimenta el declive del Capitalismo. Estado y Capitalismo han ido de la mano porque ha sido el Estado quien ha garantizado el contrato social y quien ha brindado protección jurídica al sistema de propiedad privada, al margen de que la democracia liberal ha suministrado los gobiernos que dirigían los Estados y gobiernos que establecían una política fiscal y de gasto público. Pero si los estados declinan y las corporaciones ganan protagonismo en esa senda que tiende hacia el oligopolio, algo que es consustancial al Capitalismo, las corporaciones pueden sustituir a los estados en innumerables tareas, por lo que los impuestos tal y como los conocemos pierden sentido.

Una de las consecuencias de la pandemia es que todavía presionará más a las pensiones. De nuevo se está intentando agilizar la reforma de las pensiones. Las medidas que se plantean no parecen que solucionen el problema de fondo que hay, la precariedad de los más jóvenes para seguir financiando la jubilación de los mayores. ¿Hay posibilidades de que sobreviva a corto y medio el sistema de pensiones tal como lo conocemos?

En mi libro cito un informe de Lord Beveridge de 1944, Full Employment in Free Society, del que casi nunca suele hablarse, en el que, quien es considerado como uno de los padres del modelo de protección social. Dice muy claramente que un sistema de Seguridad Social solo es sostenible si se da una situación de pleno empleo del factor trabajo. Medidas pueden tomarse mil, pero en todos los países en los que funciona un sistema de pensiones de reparto basado en la solidaridad intergeneracional (exceptuando los que disponen de un fondo soberano) se han empezado a presentar problemas con las pensiones, problemas que irán a más, a medida que el factor trabajo más alejado se halle del pleno empleo. Y si se pretende alimentar el sistema de pensiones con fondos de otras procedencias, o habrá que dejar de gastar en otros menesteres o tendrá que aumentar la presión fiscal. Entendiendo 'supervivencia del sistema de pensiones' como continuidad en el pago de alguna cantidad en forma de pensión, por lo que pienso que, en el medio plazo, las pensiones tenderán a converger con la renta básica universal.

En una de las múltiples crisis que atravesamos, la crisis demográfica, parte de la solución que se plantea es el incremento de la inmigración para aumentar la población en edad de trabajar. ¿Con la pandemia piensa que los flujos migratorios cesarán? En su nueva obra hace una afirmación tajante:  "La inmigración sirvió para precarizar el empleo y para depreciar salarios, para poco más". ¿Seguirá teniendo el mismo efecto?

El problema no radica en que haya más o menos población, sino en que la demanda de trabajo es decreciente. Un desempleo del 14% un subempleo del 13%, un paro juvenil del 42% y una tasa de actividad del 59%, lo que ponen de manifiesto es que no falta población activa o susceptible de ser activa sino demanda de trabajo. Si llega más inmigración y no es contratada, el paro y el subempleo crecerán más y también lo hará la precariedad; y si: la inmigración seguirá teniendo el mismo efecto. En cuanto a si la pandemia frenará la llegada de emigración dependerá de las medidas de control que se establezcan. También con pandemia se continuará viviendo menos mal en un arrabal de una ciudad europea que en un suburbio de Dakar.

En el libro apunta que los grandes perdedores del cambio de paradigma son y serán los jóvenes, "abocados a un desempleo y temporalidad estructural". Usted les conoce bien como profesor universitario. ¿Va haber un choque generacional? ¿Por qué no protestan?

Durante tiempo me estuve preguntando el porqué los jóvenes no se rebelaban. Con el tiempo entendí los motivos: por un lado las revoluciones ya no están de moda, ni por parte de los jóvenes ni de nadie; y por otro, además, la Generación Y, los nacidos entre 1984 y 1995, ya completamente metidos en el mundo laboral, tiene muy claro que reivindicar no sirve absolutamente para nada, por lo que no protestan. Y no, no pienso que vaya a producirse un choque generacional porque para 'matar al padre' hacen falta recursos, y la mayoría de los jóvenes carecen de ellos.

Como en anteriores libros vuelve a mencionar el Trinomio Social: renta básica, marihuana legal y ocio gratis, como el bálsamo para mantener la paz social. ¿Cree que terminará funcionando el Ingreso Mínimo Vital (IMV) en España? ¿Cada vez beneficiará a más gente?

Entiendo que el IMV, al igual que los que con otros nombres se han implementado en otros países, no han sido más que ensayos y probaturas también para que la sociedad se vaya acostumbrando al concepto: percibir una cantidad a cambio de nada. El IMV no creo que acabe funcionando porque será sustituido por otra figura más evolucionada.

¿Cómo encaja un Estado cada vez más raquítico, con menos recursos, y una renta básica universal? ¿Quién se hará cargo de su financiación?

¿Por qué tiene que ser el Estado a través de la Seguridad Social quien se ocupe del pago total de la renta básica? Pienso que las corporaciones pueden, por delegación del Estado, pueden participar en el pago de parte de la renta básica. Algo que pienso se hallaría en línea con el proceso de ir desempeñando funciones ahora prestadas por los estados.

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