
La estrategia de Unidas Podemos de aplicar un alza a las rentas altas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) apenas logrará un impacto en la recaudación del impuesto del 0,6%. El Gobierno asegura en el Plan Presupuestario enviado a Bruselas, que las medidas sobre la imposición directa tendrán un efecto anual de 550 millones de euros. El IRPF recaudó en 2019 86.692 millones de euros, según el último informe de la Agencia Tributaria.
Podemos mantiene la tensión en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado y exige a Hacienda que rebaje de 300.000 a 200.000 euros las rentas a las que afectarán la subida en el IRPF para mejorar esa cifra. El sector de Podemos del Gobierno no aporta una memoria económica sobre el impacto de la medida.
Solo el 0,55% de las declaraciones corresponden a rentas superiores a los 150.000 euros
Según los datos de la Agencia Tributaria, en España las rentas superiores a los 150.000 euros son el 0,55% de los contribuyentes y sus ganancias apenas suponen un 4,2% del total de la base imponible del impuesto, por lo que el margen para subir la recaudación es muy limitado. En concreto, las personas que declaran rentas de más de 150.000 euros son 111.928 contribuyentes, del total de 20,6 millones de liquidaciones realizadas por Hacienda en 2018 de este impuesto. En cuanto a la base imponible de este sector, la cifra alcanza los 18.600 millones de euros, frente a los 443.800 millones que supone el total del importe fiscalizado por Hacienda.
Pese al escaso peso de estas rentas en el IRPF, el Gobierno insiste en que hay margen para elevar la recaudación. En el Plan enviado a Bruselas se limita a exponer que "se introducen una serie de medidas que permiten reforzar la progresividad del sistema impositivo, logrando obtener una recaudación adicional para contribuir en el momento actual al mantenimiento del Estado del Bienestar". Sin embargo, no explica cuáles serán esas reformas pero sí que su "impacto conjunto asciende a 2.548 millones de euros, 550 millones en 2021 y 1.998 millones en 2022".
Las cifras del IRPF
En 2019 los ingresos por IRPF ascendieron a 86.892 millones, un 4,9% por encima de lo recaudado en 2018. El escaso crecimiento de los ingresos respecto al IRPF devengado se debe a la realización de las devoluciones que generó la sentencia 1462/2018 del Tribunal Supremo, de 3 de octubre de 2018, al declarar exentas del impuesto las rentas percibidas en concepto de prestación por maternidad y paternidad.
La sentencia supuso la devolución del impuesto pagado por estas rentas en los ejercicios no prescritos. Las devoluciones correspondientes a los ejercicios 2014-2017 comenzaron a pagarse en diciembre de 2018 y continuaron a lo largo de 2019, aunque nada tuvieran que ver con las rentas generadas y el impuesto devengado en esos dos años. Si se suma el importe devuelto en 2019 (1.046 millones) a los ingresos, el crecimiento de estos hubiese sido del 6,1%, el mismo aumento que se estima para el IRPF devengado.
El IRPF devengado creció en 2019 un 6,1%
El IRPF devengado creció en 2019 un 6,1%, un punto menos (5,1%) sin la cuota diferencial ni las deducciones familiares. El aumento es superior al de la base imponible por el crecimiento del tipo que, como se ha visto, se debe al crecimiento de rentas no sujetas a retención. Las retenciones sobre las rentas del trabajo, que son el principal componente del impuesto, crecieron un 5,4%, 1,2 puntos menos que en 2018. Las retenciones procedentes de los salarios aumentaron un 5,1%, en tanto que las ligadas a las pensiones lo hicieron un 7%.
La desaceleración en la parte salarial fue más intensa que en el conjunto (en 2018 las retenciones crecieron al 6,6%) por la evolución en el sector privado y, en concreto, por el menor ritmo en la creación de empleo. En los salarios públicos y en las pensiones, en cambio, el crecimiento fue mayor que en 2018. En el primer caso las retenciones se beneficiaron tanto de las subidas salariales como del aumento de los tipos medios que conllevó esa subida, resultando un incremento del impuesto devengado del 7,6% frente al 5% del año anterior. En el segundo la situación fue muy parecida a la de 2018 (con subidas similares en la pensión media y en el tipo efectivo), aunque el crecimiento final fue ligeramente superior.