
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado este domingo a Rusia, EEUU y Francia de suministrar armas a Armenia y alimentar así la escalada de violencia en el enclave proarmenio de Nagorno Karabaj, disputado con Azerbaiyán, aliado turco.
"Armenia violó por segunda vez la tregua", ha denunciado el presidente turco en relación a la reanudación de las hostilidades este domingo, solo horas después de un segundo cese de hostilidades de carácter humanitario. Armenia ha desmentido que haya llevado a cabo ataque alguno tras la declaración.
Acusa al 'Grupo de Minsk' de "apoyar por todos los medios a Armenia' en su conflicto con Azerbaiyán, aliado turco
Erdogan ha acusado así al llamado Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que forman estos tres países de "apoyar por todos los medios con armamento a Armenia", ha asegurado en un discurso transmitido en su cuenta de Twitter y recogido por DPA.
El presidente turco redobló sus ataques contra estos tres países al señalar que todos ellos "están de parte del lado armenio en el conflicto".
En este sentido, Erdogan ha reiterado una vez más su apoyo a Azerbaiyán, al asegurar que estaba "rezando" para que el país pudiera tener éxito en el conflicto y expulsara a los armenios del "territorio ocupado".
Armenia se hizo con el control de todo el enclave de Nagorno Karabaj y de siete distritos colindantes en suelo azerí durante la guerra que le enfrentó con Azerbaiyán y que terminó con un alto el fuego en 1994 gracias a la mediación de Rusia.
Azerbaiyán sostiene que está combatiendo para recuperar el territorio reconocido por la comunidad internacional
Desde entonces, los esfuerzos de mediación de Rusia, Francia y Estados Unidos, copresidentes del Grupo de Minsk en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), no han logrado resolver el conflicto por la soberanía de esta región.
Azerbaiyán sostiene que está combatiendo para recuperar el control de un territorio que le pertenece y que está reconocido así a nivel internacional. Armenia, por su parte, mantiene que está defendiendo el derecho de autodeterminación de la región de Nagorno Karabaj.
Nuevos yacimientos
Erdogan anunció este viernes el descubrimiento de un yacimiento de 320.000 millones de metros cúbicos de gas natural en el mar Negro, un hallazgo sin precedentes que el mandatario turco espera empezar a explotar en el año 2023.
"Turquía ha hecho el mayor descubrimiento de gas natural en el mar Negro", ha proclamado Erdogan, que no descarta que el yacimiento localizado sea "solo una parte de un recurso mayor". Así, espera que pueda haber más novedades "en el futuro cercano", ha dicho en rueda de prensa.
"La pregunta ahora es cuánto de este gas se puede recuperar", apuntan los analistas
Pese al pomposo anuncio, la lira y la bolsa registró descensos tras conocerse la noticia. apenas registra cambios, posiblemente reflejando la decepción entre los inversores por el tamaño del yacimiento. "La pregunta ahora es cuánto de este gas se puede recuperar", indica Jonathan Lamb, analista senior de petróleo y gas de Wood & Company, a Bloomberg. "Esto aún no está claro. Lo que el mercado realmente quiere saber también es cuánto pueden producir al año, pero no creo que estén en condiciones de decir eso todavía".
El descubrimiento fue realizado por del buque Fatih', que el 20 de julio comenzó trabajos de perforación en el yacimiento Tuna-1, situado a unos 150 kilómetros de las costas de Turquía, cerca de la fronteras marítimas con Bulgaria y Rumanía.
Erdogan ha enfatizado durante su discurso la importancia de este descubrimiento para el desarrollo de Turquía, mientras que el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, ha destacado que el país inicia una "nueva era", según la agencia Anatolia. "Hemos llevado a cabo esta operación completamente a través de medios nacionales", ha explicado Erdogan, que ha descartado cualquier ayuda exterior en las operaciones de perforación.
Turquía compró tres barcos de perforación en los últimos años, ya que expandió drásticamente la exploración en el Mar Negro y en el Mediterráneo oriental, en plena disputa con Grecia y Chipre. El país está interesado en encontrar recursos energéticos para aliviar su fuerte dependencia de las importaciones de Irán, Irak y Rusia.
El campo Tuna-1 se sitúa a unos 150 kilómetros de la costa de Turquía, cerca de un área donde convergen las fronteras marítimas de Bulgaria y Rumania y no muy lejos del bloque Neptun de Rumania, el mayor hallazgo de gas en el Mar Negro en décadas descubierto hace ocho años por Petrom y Exxon.
Sin embargo, la compañía petrolera estatal de Turquía, TPAO, no tiene experiencia en la producción de gas en aguas profundas y probablemente necesitaría contratar a una empresa importante para explotar un campo.