El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asume que todos los estados de la UE, España incluida, tendrán que hacer renuncias para lograr un acuerdo sobre el fondo de recuperación europeo y el marco presupuestario plurianual, tras su gira a la capitales europeas más reticentes al plan diseñado por la Comisión Europea.
Sánchez ha comparecido en rueda de prensa tras su reunión con Stefan Lövfen, primer ministro de Suecia, uno de los cuatro países denominados "frugales" y más reticentes con el fondo, quien también confía en el acuerdo y promete cesiones aunque sigue defendiendo que dicho fondo se reparta mediante créditos y no subvenciones directas.
Los dos han subrayado que quieren que se llegue al consenso en julio, "si retrasamos la respuesta retrasamos la recuperación, y eso es algo que no nos podemos permitir", ha dicho Sánchez, pero han admitido que será muy difícil lograrlo. Ayer Angela Merkel, canciller de Alemania, advirtió al presidente de España que existen "notables diferencias" que todavía existen entre los Estados miembros, refiriéndose a Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia, y reconoció que "todavía no es seguro" que se vaya a lograr un acuerdo esta semana.
Italia advierte de que toda la UE pierde si no aprueba Fondo de Recuperación
Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, advirtió este miércoles a los frugales, que todos los Estados miembro perderán si no se aprueba el Fondo de Recuperación para ayudar a los socios más afectados por la pandemia del coronavirus.
"Depende de nosotros, jefes de Estado y de Gobierno, el tomar una decisión valiente: cuando la UE está en peligro, ningún Estado puede aprovecharse de los demás. En este momento de la historia de la UE, ganamos o perdemos todos", dijo Conte en una comparecencia ante la Cámara de los Diputados, con motivo del Consejo Europeo del viernes y el sábado, que debatirá sobre el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea.
De este fondo, 500.000 millones se desembolsarían en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamos; e Italia podría recibir hasta 172.745 millones, 81.807 millones a fondo perdido.
El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, la semana pasada se desmarcó de este reparto y propuso para desencallar las negociaciones elevar la condiciones y el control en el acceso al fondo, vinculándolo al compromiso de reformas, y una distribución distintas de las ayudas que perjudicaría a España.