
La epidemia del coronavirus y las medidas de confinamiento están agravando la brecha de desigualdad. Un estudio del Ayuntamiento de Madrid refleja que la actual crisis se está cebando, especialmente, con los hogares más desfavorecidos y pasando de puntilla por aquellos con unos ingresos más elevados. La clave para este impacto desigual tiene que ver con la posibilidad de acceder al empleo. Aunque más del 80% de los trabajadores se ha visto afectado de alguna manera, el teletrabajo está suponiendo la mejor protección para conservar intactos los ingresos. Sin embargo, de esta fórmula solo se está beneficiando unos pocos trabajadores. Cuanto mayores son los ingresos, más posibilidades hay de haber esquivado los ERTEs o el paro.
El teletrabajo se ha convertido en la mejor vacuna para la actual crisis económica provocada por el coronavirus. No solo porque aumenta las condiciones seguridad y protección para el trabajador. También porque los empleos que se han adaptado al trabajo en remoto han tenido todas las papeletas para mantener intactas las condiciones económicas. Las empresas que han podido adaptar su actividad a esta modalidad de momento han evitado ajustes en los sueldos de sus plantillas, pero el resto han tenido recurrir a medidas como reducción de jornada, permisos sin sueldo, ERTEs, reducciones salariales y en último término a despidos. En definitiva, las rentas por trabajo se han visto afectadas.
Esta circunstancia está teniendo un impacto notable en la distribución de rentas de las familias en la actual crisis. Del teletrabajo se están beneficiando principalmente los puestos de trabajo más cualificados, que llevan asociados sueldos más altos. El Banco de España ya advirtió la semana pasada del efecto en un estudio que tiene y tendrá sobre la desigualdad, aumentando la brecha. El Ayuntamiento de Madrid sobre encuestas a 1.566 hogares ha puesto negro sobre blanco y con números esta realidad. A partir de ingresos menores de 1.500 euros, la posibilidad de trabajar desde casa se reduce significativamente. Mientras que en los niveles más altos de renta hay en torno a un 70% de trabajadores, teletrabajando, por debajo de los 1.500 euros hay menos de la mitad, y entre los de menos de 1.000 euros la cifra es del 13%. Los empleos más precarios, directamente, no tiene acceso al teletrabajo.
Las medidas que implican una reducción de los ingresos han afectado al 28% de los trabajadores de la encuesta, ya sean por cuenta propia o por cuenta ajena. Los hogares con ingresos más altos, los afectados por cambios que implican una reducción de ingresos solo serían 1 de cada 10, en los hogares con menos de 1000 euros de ingresos mensuales, hay 1 de cada 2. Otra vez los empleos con menores ingresos son los más afectados, con la totalidad afectados por recorte de salarios.
No solo sufren más los hogares con menores ingresos también los que tienen una situación financiera más delicada. Cuanto más cuesta llegar a fin de mes, mayor es el porcentaje de hogares que ha visto como las rentas se han reducido.
Pero, ¿qué tipo de empleo es el menos afectado por la pandemia gracias al teletrabajo? El Banco de España apuntó a que las tareas de los grupos técnicos y profesionales de apoyo, directores y gerentes o técnicos y profesionales científicos e intelectuales son donde mayor facilidad hay para trabajar en remoto. También cuenta altas posibilidades empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina. Sin embargo, destacaba que sectores como la agricultura, la construcción, la hostelería y el servicio doméstico, en los que la posibilidad de teletrabajo es limitada.
La encuesta se realizó entre el 13 y el 23 de abril, justo después de las semanas más duras de confinamiento, cuando solo estuvo permitido la actividad económica esencial, y destaca que el 38% de los hogares vieron reducidos sus ingresos por la crisis, con un impacto desigual entre los hogares. La reducción de ingresos más severa se produce en los hogares con rentas inferiores a los 2.000 euros mensuales y, particularmente, en los niveles más bajos de ingresos, menos de 500 euros. El Ayuntamiento de la capital advierte de que esto ahondará en la desventaja de los hogares menos favorecidos.
En este sentido apunta a que la crisis se dejará sentir, sobre todo, en aquellos hogares que tienen menores a cargo, quienes ya fueron los grandes perjudicados de la crisis de 2008. Como en el anterior periodo recesivo, los pensionistas son los que mejor han salvaguardado sus rentas, según el estudio del consistorio. En el momento de la realización de la realización de la encuesta, los hogares unipersonales de más de 65 años eran los únicos que no repercutían el impacto negativo de la crisis sobre sus ingresos. Un 93% declarando que sus ingresos no habían cambiado en nada.
Los hogares que reportan una caída mayor de los ingresos son los que tienen menores a cargo. Entre los formados por una pareja con hijos, un 15% observa una reducción de sus ingresos de hasta un 20%, un 20% una caída de hasta el 50% y un 11% una caída por encima de ese nivel. Entre los hogares monoparentales, el impacto de la crisis sobre los ingresos es aún mayor: casi 1 de cada 2 hogares reporta una reducción de ingresos.