
El Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) arranca el martes su reunión de política monetaria. Una comitiva que llega marcada por la pandemia del coronavirus y la recesión auto infligida en la mayor economía del mundo como consecuencia de las medidas de confinamiento.
En esta ocasión, el banco central estadounidense ha salido al rescate del sistema financiero con una respuesta mucho más pro-activa que ha engordado su balance hasta los 6,6 billones de dólares tras llevar los tipos de interés de nuevo al 0% y reanudar de nuevo una compra ilimitada de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas.
En lo que al precio del dinero se refiere, el presidente de la Fed, Jerome Powell, y el resto de Comité, seguramente señalen un compromiso a mantener las tasas bajas hasta que la recuperación esté "en marcha" y el FOMC esté "seguro" de que se logrará su doble mandato, que incluye el pleno empleo y una inflación en el 2%.
Por su parte, el ritmo de la expansión del balance general sigue siendo históricamente rápido, pero se ha moderado durante las últimas semanas, con un aumento de 205.000 millones de dólares en activos totales en la semana que finalizó el pasado 17 de abril.
"Pensamos que las compras de bonos del Tesoro y de activos respaldados por hipotecas se reducirán a un rango de 60.000 y 80.000 millones en el caso de los bonos y de 20.000 o 30.000 millones de dólares al mes en el caso de deuda hipotecaria", señala Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Según Hollenhorst esta configuración probablemente se mantendrá hasta septiembre, cuando sea posible una mayor reducción. "Por ahora, creemos que el mensaje seguirá siendo que las compras se realizarán según sea necesario", añade.
Dicho esto, los estímulos fiscales de casi 3 billones de dólares aprobados hasta la fecha incluyen una combinación de apoyo directo a hogares y empresas, garantías de préstamos y fondos para permitir que la Fed aproveche sus diversos programas de préstamos y compra de activos. Es precisamente a través de las múltiples "estructuras" aprobadas hasta la fecha por las que la Reserva Federal esquiva los límites de su mandato.
De hecho, la Fed acepta como colateral deuda empresarial con grado de inversión y también fondos cotizados que emulan el mercado de bonos corporativos "Esto proporciona una liquidez muy necesaria al mercado de bonos y ETFs", recalca Todd Rosenbluth, jefe de análisis de ETF y fondos mutuos en CFRA.
Desde Morgan Stanley, su estratega Matthew Hornbach, estima que las políticas no convencionales de la Fed expandirán su balance hasta el 50% del PIB de EEUU hasta finales de 2021. En Capital Economics también coinciden en que el balance del banco central de EEUU alcanzará los 10 billones de dólares mientras que en Citi estiman que tocará los 9 billones de dólares.