
En la recuperación económica tras la crisis de 2008, entre 2013 y 2018, apenas se redujeron las disparidades en PIB per cápita entre las comunidades autónomas es España. Además, la desigualdad se ha mantenido a pesar de que las comunidades más pobres han reducido su tasa de paro más intensamente en la recuperación. En concreto, la tasa de paro ha caído en más de 2 puntos porcentuales anuales en Canarias, Andalucía, Valencia o Murcia, comunidades con una renta menor a la media. Sin embargo, en regiones de renta relativamente elevada como País Vasco, Madrid o Navarra, el ritmo de caída de la tasa de paro ha sido aproximadamente la mitad.
Así lo reflejan los expertos de BBVA Research, que subrayan que se trata de una anomalía, ya que hasta ahora la convergencia regional en España parecía tener un carácter cíclico. La fase de expansión anterior a la recesión coincidió con una fase de convergencia, y durante la crisis se produjo divergencia. Sin embargo, en la reciente expansión no se observa que las comunidades de menor renta estén creciendo por encima de la media.
Migraciones internas
El informe apunta que la dinámica poblacional ha tenido un efecto mixto sobre la convergencia durante la recuperación. En algunas de las comunidades más pobres el descenso de la proporción de su población en edad de trabajar ha sido menor que en la media, favoreciendo la convergencia. Por ejemplo, esta proporción de la población apenas se ha alterado en Canarias o Extremadura, pero ha caído de manera intensa en País Vasco o Madrid, con aproximadamente 0,3 puntos porcentuales anuales.
Sin embargo, el comportamiento de las comunidades de menor renta es heterogéneo. Hay un grupo de Autonomías de renta inferior a la media cuyo comportamiento es el más negativo de todas. Es el caso de Asturias, Cantabria o Galicia donde la proporción de la población en edad de trabajar ha caído casi 0,4 puntos porcentuales anuales. En estas regiones, la demografía adversa es un impedimento estructural para el crecimiento del PIB per cápita.
Productividad
Por otra parte, el crecimiento de la productividad ha sido mayor en las comunidades autónomas de renta alta. Extremadura, Andalucía o Canarias se encuentran en la cola del crecimiento de productividad, mientras que ésta está siendo elevada en Madrid, Navarra o País Vasco. Esta relación contrasta con lo acontecido antes de la crisis, cuando apenas se podía discernir una relación entre Producto Interior Bruto per cápita y crecimiento de la productividad.
Este fenómeno podría estar relacionado con las dificultades para atraer inversión en las regiones de menor renta, lo que limita su dotación de capital y dificulta el crecimiento de la productividad de los empleados.
En el periodo de 2000 a 2007, algunas de estas comunidades se beneficiaron del dinamismo de la inversión inmobiliaria. Desde entonces, el ajuste inmobiliario, el menor dinamismo de la inversión pública y las dificultades para atraer inversión en otros sectores habrían limitado el avance de la inversión.
Los expertos de BBVA Research recomiendan, para conseguir la convergencia entre todas las comunidades autónomas y reformas que faciliten la creación de empleo de manera continuada, especialmente en las comunidades de paro estructural elevado, políticas destinadas a paliar la dinámica poblacional desfavorable particularmente acuciante en las comunidades del noroeste. Además piden favorecer la creación de empleo de productividad elevada mediante la atracción de inversión.
En cuanto a decisiones encaminadas a la mejora de la regulación laboral, los especialistas recomiendan que permitan reducir la elevada elasticidad del empleo al ciclo y aumentar de manera persistente la productividad del trabajo. A su juicio, se deberían implementar medidas que faciliten la llegada de la inversión a las comunidades.