Economía

El FMI vuelve a Argentina para auditar la economía ante la amenaza de otro default

  • La decisión se tomó después del encuentro en el G20 en Arabia Saudí
  • El país contaría con 3 años de gracia antes de comenzar a devolver el préstamo
Martín Gúzman junto a Kristalina Georgieva y el Papa Francisco Foto: Reuters

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volverá a Buenos Aires para auditar la economía argentina, en medio de las renegociaciones por la multimillonaria deuda externa que realiza el gobierno de Alberto Fernández. El equipo técnico ya había realizado una primera revisión y renegociado el marco general sobre el préstamo de 44.000 millones de dólares que el país no puede devolver. La decisión se tomó después del encuentro en Arabia Saudí en el G20 entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la titular del organismo, Kristalina Georgieva.

La delegación, encabezada por el jefe de la misión para Argentina, Luis Cubbedu, y la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, llegará al país en los próximos días. Estos mismos economistas se encargaron de iniciar la mesa de diálogo la semana pasada, que se extendió durante siete días, cuatro más de los previstos inicialmente.

De acuerdo con la información oficial recabada por elEconomista, durante estos encuentros, Guzmán ya cerró los principales puntos del acuerdo por el mayor crédito en la historia del organismo creado en la segunda postguerra. Si el Fondo lo convalida, Argentina contará con tres años de gracia antes de comenzar a devolver el préstamo. Por ello, el Gobierno cuestiona ahora las gestiones anteriores, tanto del Estado local, con Mauricio Macri a la cabeza, como del FMI, dirigido en su momento por Christine Lagarde. Estas permitieron que toda la liquidez se dirigiera a la creciente fuga de capitales, de modo que no fueron utilizados dentro de la economía real, lo que frustró la posibilidad de ampliar la capacidad productiva y así poder pagar en los términos originales.

El ministro de Economía tiene hasta el 31 de marzo para llegar a un acuerdo con los acreedores privados

Quien confirmó la nueva visita del Fondo a Argentina fue su portavoz, Gerry Rice. "Hubo un diálogo continuo y activo entre las autoridades argentinas y el FMI. Y en los últimos días hubo reuniones muy importantes entre Georgieva y Guzmán en Riad", afirmó en su clásica conferencia de prensa semanal. Si bien la misión no revisará las cuentas públicas, como sí hacía hasta 2017, el portavoz adelantó qué puede ocurrir en el futuro: "Las autoridades señalaron que están comprometidas con la posibilidad de un Artículo IV y un programa en el futuro".

Además de revisar el plan económico del Ejecutivo, el venezolano y la norteamericana ya se habían reunido en su anterior visita con los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y Trabajo, Claudio Moroni. También se llevaron las previsiones para que el organismo actualice su base de datos semestral que denomina "Predicción económica global". La última predicción, proyectada desde octubre del año pasado, establecía una recesión del 1,3% para 2020 y una inflación de punta a punta del 39,2%.

El país podría contar con tres años de gracia antes de comenzar a pagar los 44.000 millones

El ente multilateral de créditos mostró un optimismo no avalado por la realidad durante el gobierno neoliberal de Macri, que terminó el 10 de diciembre pasado. Las estimaciones benevolentes ayudaron al partido Cambiemos a prometer que el alza de precios llegaría a un dígito para el último año de su administración, otro de los tantos augurios incumplidos y que determinaron que no fuera reelegido. En 2019, la inflación llegó al 53,8%, la más alta en 28 años, en el marco de una profunda recesión económica.

Si bien el Fondo es el principal acreedor de Argentina, Guzmán procura reestructurar cerca de 100.000 millones de dólares. Por eso también se reunió en los últimos días con representantes de los principales fondos de inversión y bancos, como Blackrock, Templeton, Marathon y Fidelity, Morgan Stanley, Bank of American, Citibank y JP Morgan.

Para cumplir con el cronograma que él mismo estableció, el ministro de Economía ya debería tener contratados a los agentes de información que le ayudarán a encontrar a los tenedores de deuda, atomizados y distribuidos por todo el mundo. De esta forma, tendrá una ventaja a la hora de armar una oferta agresiva, pero que la mayoría de los bonistas puedan aceptar. Este paso se torna vital dado que para cambiar los títulos públicos emitidos bajo legislación neoyorquina (una porción sustancial del total), el funcionario debe conseguir el visto bueno del 75% de sus tenedores.

En los próximos días, el Palacio de Hacienda deberá cerrar su propuesta y entregársela a los grandes fondos de inversión para su análisis y así responder sus principales preguntas. Sin embargo, el plan se lanzará oficialmente en la segunda semana de marzo, cuando comenzará el "roadshow", las reuniones informativas entre el mandamás de Economía y los acreedores interesados.

La oferta expirará el 31 de marzo, de acuerdo al cronograma oficial, debido a la concentración de pagos en moneda extranjera a partir del mes siguiente. Si Guzmán no consigue los avales antes de esa fecha, Argentina podría entrar en default por segunda vez en 19 años. De este modo, Argentina se encuentra ya en una carrera contrarreloj en la que sólo aparecen dos resultados posibles.

La gigantesca deuda en moneda local

Si bien el cuello de botella de Argentina siempre ha sido la escasez de divisas, el gobierno del antecesor Mauricio Macri emitió una desmedida cantidad de bonos en moneda local. El ministro de Economía, Martín Guzmán, no incluyó estos títulos dentro de los que busca reestructurar, pero hace sus esfuerzos por normalizarlo dándole un nuevo perfil.

El funcionario sufrió un intento fallido con el bono dual AF20, para el que no consiguió las adhesiones de canje que esperaba. Por tener un rendimiento atado a la devaluación ("dollar linked"), el mercado lo consideró un activo en moneda extranjera y se negó a cambiarlo por alguna de las opciones en pesos que ofreció el Gobierno. Ante este resultado fallido, Economía decidió que este título integrará la lista de los en dólares, euros y yenes que se reestructurarán.

Para evitar que se repitan estos magros resultados, Guzmán organizó un cronograma de, por ahora, seis licitaciones de bonos. Las suscripciones irán desde el 2 de marzo hasta el 31 de marzo. De esta manera, intenta hacerse de fondos con los que pagar los próximos vencimientos en pesos.

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