Economía

El Banco de Inglaterra mantiene los tipos de interés en el 0,75% pese a la inminencia del Brexit

Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,75%, según ha anunciado la institución en un comunicado. La decisión se produce pese a la ejecución inminente del Brexit este viernes noche una vez que ambas partes han ratificado el acuerdo de salida. El mercado otorgaba serias posibilidades (un 50%) a que Mark Carney, gobernador del BoE, anunciase un recorte del precio del dinero aprovechando el menor crecimiento de la inflación y para amortiguar la salida del Reino Unido de la UE.

Sin embargo, la decisión de mantener el precio del dinero ha sido apoyada por siete miembros del Comité de Política Monetaria frente a dos que apostaron por una bajada. Pese a que los mercados anticipaban una fuerte división en el seno del órgano decisorio del BoE, las decisión ha contado con un apoyo sólido.

Además, el BoE ha mantenido su programa de compra de activos, que asciende a 60.000 millones de libras esterlinas (71.500 millones de euros), y alcanza así un volumen de 435.000 millones de libras (518.389 millones de euros), de los que continuará destinando 10.000 millones de libras (11.830 millones de euros) a la compra de deuda de empresas.

El instituto monetario tenía margen para bajar los tipos de interés tras unos datos de inflación que están quedando lejos del objetivo del 2%. Una vez que se difuminó la fuerte deprecación de la libra tras el referéndum y las negociaciones con Bruselas, los precios han retomado una dinámica muy similar a la que vive la zona euro. El último dato de inflación muestra un crecimiento del 1,3%, siete décimas por debajo del 2% que se marca el BoE como objetivo.

Rebaja el crecimiento

Por otro lado, el BoE ha rebajado las previsiones de crecimiento para 2020 desde un 1,25% anual hasta un 0,75%. Aunque se espera un repunte de la confianza a corto plazo, a medio plazo el PIB potencial estará limitado por un crecimiento de la productividad suave, una tendencia que persiste desde la última crisis financiera.

Si el BoE necesita ejecutar algún movimiento después de que el Reino Unido abandone la Unión Europea este viernes, eso será responsabilidad del sucesor de Carney, Andrew Bailey. Este economista asumirá su cargo a mediados de marzo, el mismo mes en que el gobierno presenta sus presupuestos poniendo fin a casi una década de austeridad, un impulso fiscal que no está incluido en las previsiones actuales.

El BOE señaló que la confianza empresarial se está fortaleciendo después de que la victoria electoral del primer ministro Boris Johnson haya eliminado gran parte de la incertidumbre en el corto plazo que ha generado el Brexit. 

"Es posible que se necesite reforzar la recuperación  el crecimiento del PIB del Reino Unido si no se mantienen las señales más positivas que están apareciendo en los indicadores recientes de la actividad global y nacional o si los indicadores de los precios internos permanecen relativamente débiles", destaca el acta de la reunión.

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