El presidente del Gobierno ha vuelto a premiar a Iván Redondo, la persona que hizo posible que Pedro Sánchez derrotara en una moción de censura al presidente Mariano Rajoy. Esta vez, además de renombrarlo como jefe del Gabinete de Presidencia, le ha entregado la Secretaría de Estado de Comunicación para convertirla en una máquina imparable que convierta las actuaciones gubernamentales en éxitos públicos.
El sociólogo-politólogo donostiarra también dirigirá la Oficina de Asuntos Económicos, una institución que el propio Sánchez eliminó en 2018 al llegar a Moncloa. Redondo dirigirá y coordinará los departamentos de asistencia al Presidente, la Secretaría de Presidencia, la Oficina Económica y el Departamento de Seguridad Nacional.
La importancia del nombramiento de Redondo se movía en una franja informativa discreta
Para tanto galardón, Sánchez elegía el martes por la mañana, el día de su primera rueda de prensa del año. En ese ambiente de expectación colaba, vía comunicado, el ascenso a los cielos de Iván Redondo, a quien todos califican como el gurú del secretario general del PSOE y líder de los socialistas.
En ese momento, la importancia del nombramiento de Redondo se movía en una franja informativa discreta. Volver a observar a Pedro Sánchez enfrentándose a los medios acaparaba demasiada atención como para escudriñar la relación de responsabilidades que ostentará el donostiarra. Pero poco a poco, y a lo largo del día, a medida que la efervescencia de Sánchez se desvanecía, la ampliación de poderes del creador de la imagen del dirigente socialista recuperaba protagonismo.
No es para menos. Redondo, licenciado en Humanidades, profesor y consultor político, pilotará la primera Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo. Su papel como intermediario entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez será determinante. De sobra es conocido que Redondo tiene feeling con el líder de la formación morada. Y por parte de Sánchez, tampoco oculta que mantiene una buena amistad con el político socialista, una relación que se cuajó antes de que Sánchez le contratara.
Registrar datos
Pero que el salto relevante es sin duda la Secretaría de Estado de Comunicación, un órgano que nunca ha funcionado a pleno rendimiento con ningún gobierno de la democracia española, o al que apenas se le ha dado más importancia que la de un gabinete de prensa. Redondo siempre ha dicho que hay que contar las cosas, registrarlas y estudiarlas para luego actuar. De manera que su visión sobre esta herramienta se antoja más profesional y científica, y seguro que a ella adaptará muchos de los conocimientos que la estadística sociológica conlleva.
Dirigir la Secretaría de Comunicación es un salto cuantitativo en los escalones de poder de Moncloa. Organizar la agenda, redirigir los mensajes, canalizar y proponer las respuestas, y actuar en consecuencia con este material será un reto, pero no el único al que se enfrenta un profesional que ha sido capaz de que un dirigente del Partido Popular ganara unas elecciones en Extremadura, con José Antonio Monago a la cabeza, o de que Xavier García Albiol, también del PP, se hiciera con la difícil Alcaldía de Badalona.
Un contrapeso para Calviño
Su metodología, rigor y su capacidad para trabajar con unos líderes y otros, sin mirar su adscripción ideológica, confieren en él un perfil ideal. Quizás sea por eso por lo que Sánchez le ha entregado, además, las llaves de la Oficina Económica. Precisamente esta oficina fue una de las primeras actuaciones que acometió Sánchez al llegar al Gobierno, cerrándola en 2018. Ahora, el presidente cambia de opinión, y recupera un organismo que depende de Presidencia, y que tendrá un papel sustancial de asistencia y asesoramiento al jefe del Ejecutivo en asuntos relacionados con las políticas económicas. Aunque es pronto para decirlo, a priori resulta un contrapeso al poder que Nadia Calviño recupera al frente de la Comisión de Asuntos Económicos, y que podía ejercer de bloqueo a las iniciativas de Unidas Podemos que se saltaran las alarmas fiscales de Bruselas.
No en vano, Redondo está especializado en Información Económica por la Universidad Complutense.Y es que esta oficina coordina los trabajos preparatorios de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, realiza estudios e informes sobre las políticas de índole fiscal, sectorial, presupuestaria, financiera y de empresa, así como de índole medioambiental; asesora al presidente en materia de política comercial y apoyo a la internacionalización para las empresas españolas y hace seguimiento de la economía internacional, la coyuntura macroeconómica y el sistema financiero. Podría decirse que se trata de un premio, un enorme reconocimiento al todopoderoso Redondo, a quien se le atribuye la resurrección de Pedro Sánchez.
Pero es que los cometidos de Redondo no se quedan ahí. Sánchez también ha pensado en su jefe de gabinete para que éste desempeñe las funciones de la dirección del Departamento de Seguridad Nacional (DSN). Este departamento, además de ser el que elabora y redacta el Informe Anual de Seguridad Nacional, con la colaboración de los ministerios, de él dependen Unidad de Sistemas e Infraestructuras, Unidad de Gestión de Crisis y Ejercicios, Unidad de Ciberseguridad y Desinformación o Unidad de Análisis y Valoración de Riesgos. Y para alimentar aún más la leyenda, hay que destacar que también el Centro Nacional del Inteligencia, conocido popularmente como CNI, trabaja para este Departamento de Seguridad, ya que colabora en el Informe Anual del DSN. Así que, igual la siguiente pregunta es si Redondo será el próximo responsable del CNI.