
El índice de precios de EEUU en noviembre ascendió un 0,3% en términos mensuales, por encima de lo previsto por el consenso de analistas que situaban el incremento en el 0,2%. En tasa anual, la inflación sube tres décimas al 2,1%.
Según la agencia de Estadística, el incremento de los precios se debe a la subida de la energía y ropa. También contribuyeron el aumento de los precios de atención médica, ocio y alimentación.
El índice subyacente, que excluye el precio de la energía y alimentos frescos por su volatilidad, creció un 0,2% en noviembre, el mismo ritmo registrado que en octubre.