Economía

La banca europea busca más capital para combatir la desacelaración

  • Los estándares de Basilea obligan a recaudar 135.000 millones adicionales
  • Aún no cuentan con la confianza del mercado y sufren ya la competencia de las fintech
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. | Reuters.
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Malos tiempos para la banca europea. Las entidades del continente arrastran márgenes de rentabilidad más bajos que los de sus rivales americanos y asiáticos, golpeados por la política monetaria del BCE y una eficiencia que no mejoran. Todavía no han recuperado la confianza de los inversores, mientras sufren la competencia de las startups financieras (fintech), favorecidas por la regulación europea.

Con unas aguas tan agitadas, a las que se añade la desaceleración económica, los bancos europeos encararán a partir del año que viene una recapitalización masiva, resultado de los nuevos colchones acordados por los reguladores en el Comité de Basilea.

La pasada semana, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, confirmó que Europa aplicará "fielmente" las nuevas normas prudenciales de Basilea III, que obligarán a la banca de nuestra región a recaudar alrededor de 135.000 millones de euros en capital adicional para capear futuras crisis. Aunque los nuevos requisitos, acordados en diciembre de 2017, penalizan particularmente a los bancos europeos, Dombrovskis, avisó en una conferencia bancaria que la UE está "comprometida" a cumplir con lo acordado en Basilea.

El motivo es que se quiere evitar una "carrera reguladora hacia abajo", que "ciertamente nos llevará al fracaso en el caso de otra crisis financiera", según explicó el jefe de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, en el mismo evento. Eso sí, Dombrovskis añadió que se evaluarán si los aumentos de capital están justificados a la luz de los riesgos, y si afectarán a la economía europea "desproporcionadamente".

"Debemos tener en cuenta la proporcionalidad para satisfacer la diversidad del sector bancario de la UE, así como las diferencias en el tamaño del banco, la complejidad, el modelo de negocio y el perfil de riesgo al aplicar el reglamento único", comentó.

Basilea III

La Comisión presentará una propuesta legislativa en el segundo trimestre del próximo año para implementar Basilea III en Europa. La EBA estimó el pasado agosto que, en un escenario conservador, los bancos europeos necesitarían un aumento del capital de alrededor del 25% en comparación con la situación actual (alrededor de 135.000 millones), para cumplir con los nuevos criterios prudenciales.

Campa reconoció que la búsqueda de los fondos adicionales llegará en un momento difícil para los bancos europeos, dado que "todavía no se ha restablecido la plena confianza en el sector bancario de la UE". Señaló que los inversores tienen "dudas" sobre la sostenibilidad a largo plazo de los beneficios de las entidades europeas, especialmente en comparación con sus pares estadounidenses.

Implementar las reformas

En parte se debe precisamente, según Campa, a la falta de confianza derivada de cómo los mercados han percibido la aplicación por parte de la UE de los estándares prudenciales derivados de Basilea hasta ahora. Por eso enfatizó que, esta vez, "necesitamos implementar fielmente las reformas".

Campa aprovechó su presencia ante numerosos directivos para adelantar las primeras conclusiones de su evaluación en marcha sobre el impacto de Basilea III. Dijo que el coste de la transición será "modesto" y descenderá gradualmente, mientras que los beneficios a largo plazo resultarán "sustanciales", por ejemplo, gracias a un mayor crecimiento a largo plazo. Pero para mitigar los costos a corto plazo, añadió que debe haber un período de introducción gradual de las nuevas reglas. Por eso, Dombrovskis ya adelantó que Europa utilizará todo el período de transición permitido por el Comité de Basilea, hasta finales de 2026, para introducir los cambios.

La Comisión lanzó recientemente una consulta pública para recoger las opiniones del sector bancario y otras partes interesadas sobre Basilea III. Uno de los temas más controvertidos del nuevo marco fue la restricción de los modelos internos que usan los bancos para calcular los riesgos, como lo hacen las entidades europeas. Durante las negociaciones, Europa empujó para minimizar el impacto de las restricciones y dar más espacio a sus entidades al evaluar el riesgo. Aún así, el resultado obligará a los bancos europeos a conseguir miles de millones en fondos adicionales para respaldar sus activos ponderados por riesgo.

"Las reglas prudenciales podrían favorecer las inversiones y préstamos verdes"

Aunque la Comisión ha dicho que cumplirá con el acuerdo de Basilea, está considerando algunos ajustes, por ejemplo ponderar de manera diferenciada las inversiones "verdes" para favorecer la economía sostenible. "Las reglas prudenciales podrían favorecer las inversiones y préstamos verdes", teniendo en cuenta las consideraciones prudenciales", defendió Dombrovskis la pasada semana. Un alto cargo de la UE comentó a elEconomista que la Comisión también ajustaría en su propuesta la recomendación de Basilea III relativa al factor de apoyo a las pymes.

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