Economía

Blackstone, Enagás y el fondo soberano de Singapur lanzan una oferta por el 100% de Tallgrass Energy

  • La española todavía no ha decidido si participará en la operación o se diluirá
El consorcio de Blackstone, Enagás y GIC podrían controlar el 100% de Tallgrass Energy.

Blackstone, a través de su división de infraestructuras, ha lanzado una oferta no vinculante para hacerse con el control de la compañía energética estadounidense Tallgrass Energy. Desde el pasado marzo, el fondo estadounidense controla el 44,2% de esta compañía junto con sus socios Enagás y el fondo soberano de Singapur (GIC). De esta forma, la oferta se dirige al 55,8% que no controlan.

En concreto, la cuantía económica que plantea este consorcio asciende a 19,5 dólares (unos 17,6 euros, aproximadamente, al cambio actual) por acción de clase A de Tallgrass Energy, lo que representa una prima de casi el 36% con respecto al precio de cierre de ayer. Este importe de la oferta por título supondrían valorar el 100 por cien de Tallgrass Energy en unos 3.500 millones de dólares (unos 3.157 millones de euros, al cambio actual).

La compañía presidida por Antonio Llardén cuenta con una participación de en torno al 29% en el vehículo inversor en el que participa junto a Blackstone y GIC, por lo que posee una representación cercana al 12 por ciento en el capital de Tallgrass Energy. En el momento de la adquisición, Enagás desembolsó unos 560 millones por su participación, que posteriormente elevó a casi el 30%.

En fase preliminar

Por el momento, la operación se encuentra en una fase muy preliminar y la energética española todavía no ha decidido si participará en la transacción ni en qué porcentaje lo haría. No obstante, como consecuencia del acuerdo de formación del consorcio, Enagás tiene el derecho a participar en el mismo porcentaje que posee en el holding accionista de la energética estadounidense. Fuentes de mercado apuntan a que la intención de Blackstone pasaría por excluir de bolsa Tallgrass.

De animarse a participar en esta operación, Enagás podría llegar a desembolsar una cantidad cercana a los 1.000 millones de dólares en Tallgrass Energy, aunque también tendrá que decidir cómo estruturaría la operación (si puede acudir con recursos propios, si tiene que hacerlo con deuda, etc). No obstante, en caso de no acudir a esta operación, la energética diluiría su participación en el vehículo de inversión que tiene con Blackstone y el fondo soberano de Singapur.

Cabe recordar que, en el momento de la adquisición, Enagás llegó a un acuerdo para invertir hasta 300 millones de dólares (270,7 millones de euros) en futuras inversiones en esta compañía, tal y como recogía el documento presentado ante el regulador bursátil estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés).

La entrada de la firma presidida por Antonio Llardén en Tallgrass Energy el pasado marzo supuso el desembarco de la compañía en EEUU. De hecho, este mercado es uno de los que tiene mayores oportunidades de crecimiento en el negocio midstream. Tallgrass cuenta con una cartera de proyectos futuros en el mercado americano en los que Enagás podría participar, y tiene una amplia base de clientes y contratos take or pay, que permitirán obtener un dividendo y ebitda (resultado bruto de explotación) sostenibles. Además, el país es una de las regiones claves para la estrategia de internacionalización de la firma, que también busca oportunidades en Europa y Eje del Pacífico.

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