
Finalmente, el motor de las finanzas europeas, que es como se conoce popularmente a la economía alemana, ha gripado. El Bundesbank, el banco central de Alemania, asumió ayer que es muy probable, por no decir que una realidad constatable, que la mayor economía europea entre en recesión técnica en el tercer trimestre de 2019, cuando la institución anticipa que el PIB podría sufrir una ligera contracción -que no ha sido calculada por la entidad-, que se sumaría a la caída del 0,1% registrada entre los meses de abril y junio. Una circunstancia que tendría inevitables efectos para las finanzas españolas, puesto que Alemania es el segundo mayor cliente de las exportaciones nacionales, así como el principal suministrador de bienes para nuestro país.
De confirmarse la contracción del PIB germano entre los meses de julio y septiembre, Alemania entraría en recesión técnica -que es cuando se encadenan dos trimestres consecutivos de caída de la actividad- por primera vez en seis años, después de que la economía de Alemania sufriera un fenómeno similar con una contracción del 0,4% en el cuarto trimestre de 2012 y del 0,5% en los tres primeros meses de 2013.
El impacto que este fenómeno va a tener en la economía española es y será, según fuentes expertas consultadas por elEconomista, inevitable y notable. La razón es la amplia dependencia de España del comercio exterior y particularmente de Alemania.
Segundo mayor cliente
Hasta abril, las empresas españolas han vendido a los mercados germanos bienes por valor de unos 10.662 millones de euros, siendo el segundo mejor cliente internacional de nuestro país. Sin embargo, la relación va en declive: respecto al año pasado, las compras germanas se redujeron un 1,8 por ciento.
Cabe recordar que las exportaciones españolas también se han estancado en otros importantes mercados, en los que apenas están creciendo, como Francia e Italia. Mientras, en otros como Bélgica, directamente se hunden (caen un 9,7 por ciento). Con todo, mejoran notablemente en territorios como el británico y el estadounidense.
Principal suministrador
Además, Alemania es también nuestro mayor suministrador: hasta abril habíamos importado 13.600 millones en bienes germanos, una cifra que supone solo un 0,6 por ciento más que en el año anterior. Mientras, caen las importaciones de bienes procedentes de Francia (un 3,8 por ciento), el segundo mayor proveedor de España, y suben, y mucho, las de China, que aumentan un 14,2 por ciento.
En su análisis, el Bundesbank presidido por Jens Weidmann reconoce que el final de la recesión que atraviesan las fábricas alemanas "no se vislumbra aún", lo que podría llegar a afectar negativamente de manera gradual a la evolución de algunos segmentos del sector servicios. Asimismo, el banco central de Alemania advierte de que el frenazo en el crecimiento empieza a dejarse notar en el mercado laboral alemán. De este modo, apunta que el crecimiento del empleo observado durante la primavera "fue mucho más lento que en trimestres anteriores".
Causas
Entre las principales causas de este fenómeno cabe recordar que se encuentran la guerra comercial y arancelaria que están librando China y Estados Unidos -con la UE jugando un rol secundario pero destacado-, que está provocando a su vez la detracción del comercio mundial para los próximos trimestres, tal y como ha advertido la Organización Mundial del Comercio (OMC), y las incertidumbres de un Brexit que todavía se desconoce si será duro o no.
Queda conocer si los estímulos económicos que prepara el Gobierno de Ángela Merkel, valorados en unos 50.000 millones, reavivan las finanzas alemanas.