
Durante el año, los atascos en las principales carreteras de las grandes ciudades se suceden día tras día, disparando el riesgo de sufrir alguna colisión e incrementando el gasto de combustible y la contaminación como consecuencia de los acelerones y frenazos constantes. Pero, ¿cómo se puede tratar de combatir esta situación?
La Policía de Madrid ha recordado con motivo del incremento de los desplazamientos por carretera que se prevén para el mes de agosto la importancia de remitirse al denominado 'efecto cremallera' cuando nos topamos con un estrechamiento.
Ante un estrechamiento del carril, si tod@s aplican el efecto #cremallera, la fluidez del tráfico mejora. ????RT#paciencia #BienvenidoAgosto pic.twitter.com/XIBKJZJ4HT
— Policía de Madrid (@policiademadrid) 1 de agosto de 2017
Tal y como se observa en la imagen publicada por la institución, consiste en la alternancia de la prioridad de paso entre los vehículos de ambos carriles, aligerando así la circulación de forma simultánea. Por tanto, evite acelerar y frenar de forma brusca a fin de que no se le 'cuele' el conductor que circula a la par.
Asimismo, la Dirección General de Tráfico lleva años advirtiendo del peligro del 'efecto acordeón'. Este fenómeno explica por qué cuando se produce una detención o un frenazo por un cambio de carril, por ejemplo, y vuelve a ponerse en marcha la circulación, esta se reanuda tanto más tarde cuanto más atrás se encuentre en la fila. Es decir, poniendo como ejemplo una cola de 2.000 coches, que ocuparía unos 16 km de largo, estos comienzan a estirarse como si se tratase de un acordeón, de tal forma que el coche inmediatamente después del que ha frenado reanudaría la marcha un segundo después, el de detrás dos segundos... y así sucesivamente hasta que el último vehículo del supuesto explicado tardaría hasta media hora en retomar el curso del tráfico. Por este motivo, es importante estar atentos a la carretera y no demorar aún más el tiempo de espera obligado.
De igual forma, otra circunstancia a erradicar es lo que se conoce como el 'efecto mirón'. Tal y como su nombre indica, tiene relación con el morbo que suscita observar el lado de la carretera donde se encuentran vehículos accidentados, provocando una distracción que puede acabar en una colisión con el coche que nos precede.
En suma, tres hábitos que se repiten y cuyas consecuencias pueden ser devastadoras, con lo que es importante mantener la vista puesta en la carretera en todo momento. La DGT recuerda que un despiste de 15" equivale a recorrer 500 metros 'a ciegas'.