
Uber ha anunciado que suspende su servicio con coches autónomos en San Francisco después de que los reguladores de California anularan el registro de sus vehículos por no tener licencia para lanzar este programa.
"Hemos parado nuestro programa piloto de vehículos autónomos en California dado que el Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) revocó el registro de nuestros coches sin conductor", señaló Uber en un comunicado.
Añadió que ahora está buscando dónde puede "reubicar" estos vehículos, pero subrayó su compromiso con California y aseguró que "redoblará" sus esfuerzos para desarrollar leyes estatales sobre las que pueda operar.
Uber comenzó el 14 de diciembre a emplear coches sin conductor Volvo XC90 en San Francisco con los que amplió el programa piloto que la empresa de transporte inició en septiembre en la ciudad estadounidense de Pittsburg (Pensilvania).
Horas después, el DMV de California exigió a Uber por escrito que detuviera el programa de San Francisco hasta que obtuviera el permiso requerido para ello, ya que según el director adjunto de este organismo, Brian G. Soublet, es ilegal emplear coches autónomos en vías públicas sin la autorización correspondiente.
"Si Uber hubiera obtenido un permiso para probar vehículos autónomos antes de hoy, el lanzamiento de la compañía habría sido admisible", argumentó Soublet, quien advirtió de que el DMV iniciaría acciones legales si la compañía no confirmaba inmediatamente que cesaría en esas operaciones.
En su estreno en la ciudad californiana, al menos uno de los vehículos de Uber cometió una infracción de tráfico al saltarse un semáforo que llevaba unos tres segundos en rojo mientras un peatón cruzaba por el paso de peatones, de acuerdo con un vídeo grabado por un taxi con licencia de la ciudad.
Uber admitió la infracción, que calificó de error humano y de la que culpó al conductor que está al volante solo para emergencias.
Antes de recibir la carta del DMV, Uber había defendido en un comunicado que, tras estudiar "de forma detallada este asunto", consideraba que no necesita el permiso para poner los vehículos autónomos en las calles de San Francisco. "Las normas se aplican a los vehículos que pueden conducir sin que alguien los controle o los vigile. Estamos en los inicios y nuestros vehículos todavía no están listos para conducir sin que una persona los vigile", afirmó Uber.
Un peligro para las bicicletas
Pero los problemas de Uber, actualmente, son diversos. Además de no contar con licencia y haber observado cómo uno de sus coches se saltaba un semáforo durante el primer día de servicio, estos vehículos son un grave peligro para los ciclistas.
La 'Coalición de Bicicletas de San Francisco' -una ciudad preparada para el uso de este vehículo- aseguran que los coches autónomos de Uber no reconocían el carril bici y por ello no estaban realizando los giros correctamente, poniendo en grave peligro a los usuarios. Según afirma, giran atravesando el carril bici sin colocarse previamente en el extremo de la calzada, es decir, sin tenerlo en cuenta.
Uber, por su parte, ha asegurado que ya está trabajando en este problema mediante la actualización del software.
Cabe recordar que los vehículos del programa de la compañía contaban con una persona en el asiento del conductor que solo manejaba el automóvil si la tecnología no respondía a las circunstancias de la circulación. Además, un segundo ingeniero de Uber viajaba en el asiento del pasajero frontal para controlar el programa.