Matías Carnero (Barcelona, 1968), presidente del comité de empresa de Seat y presidente de UGT de Cataluña, se ha convertido en el primer español en formar parte del consejo de supervisión del Grupo Volkswagen, el órgano de máxima dirección del consorcio automovilístico alemán.
Accede a este puesto en representación del sindicato alemán IG Metall, que tiene asignadas la mitad de las plazas del consejo, que se encarga de controlar a la dirección del Grupo Volkswagen.
¿Qué es el consejo de supervisión del Grupo Volkswagen?
El consejo de supervisión es el consejo máximo de poder absoluto dentro del consorcio Volkswagen, que representa a 663.000 trabajadores de casi 128 fábricas que tiene el grupo a nivel mundial. Allí hay 20 miembros, de los cuales diez son del capital y tienen que velar por los intereses de los accionistas, y otros diez que son de la representación de los trabajadores, de la cual yo formo parte desde el 1 de abril. Por lo tanto, hay que buscar las mejores condiciones de defensa en las decisiones que se toman y es un órgano que vigila y observa que esas decisiones sean las más ajustadas para que se beneficie la empresa, pero también para que no se perjudique a los trabajadores. Hay que buscar ese equilibrio y velar por esos intereses. Por ejemplo, cuando el señor Herbert Diess, consejero delegado del Grupo Volkswagen, decidió implantar una nueva fábrica en Turquía, el organismo que lo echó para atrás fue el consejo de supervisión. ¿Por qué? Porque en Turquía no se garantizaban los derechos humanos de los trabajadores y se votó en contra. Son decisiones de cogestión, en cualquier caso, que tienen que velar por los intereses comunes de todos.
¿Qué supone para usted estar dentro de este consejo de supervisión?
Primero una satisfacción personal y profesional al reconocimiento a la trayectoria que llevo en Seat. Ese reconocimiento no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de la plantilla que ha dado a UGT en estos últimos 15 años, donde hemos conseguido esas mayorías absolutas. En ese sentido, mi agradecimiento también a la plantilla en general, a los afiliados, que siempre me han tenido en esa estima y en esa posibilidad de liderar un proyecto importante en Seat y que se ha tenido en cuenta. En definitiva, un agradecimiento y un orgullo de pertenecer a esta casa.
"En España aún estamos muy lejos de lo que es la cogestión en Alemania, la ley no lo permite"
¿Hay diferencia en cómo operan las empresas alemanas con la cogestión frente a las españolas?
Culturalmente, lo que se entiende por la cogestión, lleva muchos años de adelanto en la participación sindical en la toma de decisiones estratégicas del consorcio desde el sindicato IG Metall. Es cierto que hay una gran diferencia. Ellos están metidos en los consejos de administración de cada marca. En España, por ejemplo, no hay nadie en el consejo de administración de Seat de la parte sindical. No hay ninguna empresa en España porque la ley española no lo permite. Es cierto que nosotros somos lo más parecido, aquí en Seat, a los alemanes dentro de la participación y cogestión porque participamos en los consejos europeos, donde hay reuniones comunes entre la dirección del consorcio y los representantes sindicales de todas las marcas. Por lo tanto, vamos avanzando. Evidentemente, muy lejos de lo que es la cogestión en Alemania, pero creo que es un sistema que posibilita el alzar la mano y la voz para poder defender a tu marca. Vamos a defender la marca como nunca se ha hecho porque en ese consejo nunca ha habido ningún directivo de Seat, ya no español, ni siquiera los propios presidentes. Esa oportunidad tenemos que aprovecharla bien y seguir defendiendo a nuestra empresa.
¿Qué valoración hace del anuncio de que Seat e Iberdrola vayan a impulsar la primera fábrica de baterías en España?
Es una noticia de intenciones muy positiva, aunque sea de intenciones. Hay un convenio de colaboración con varias empresas y hay que ver cuándo se termina el ciclo de la colaboración. A partir de ahí, Seat tiene que tener su propio camino de la electrificación de la Península Ibérica. Hay que recordar que el Grupo Volkswagen tiene tres fábricas (Pamplona, Martorell y Palmela, en Portugal) con más centros en Cataluña, como el de Zona Franca, el Centro Técnico y el de Componentes. En cualquier caso, lo que está tratando Seat es que la fabricación de las celdas y el ensamblaje lo podamos tener cerca de la fabricación del coche eléctrico en Martorell, que está sin decidir. Esto se decidirá entre los meses de septiembre y noviembre y veremos si nos adelantan el posicionamiento del Gobierno español de ayudar a esta cuestión. En cualquier caso, es positivo. Vuelvo a insistir: de momento, son intenciones, todavía no está cerrado y nos quedan muchos meses en los que discutir cuál es la mejor ubicación para tener la fabricación de baterías eléctricas. Para nosotros en Seat lo importante es tener el coche eléctrico para fabricarlo en Martorell, en El Prat deberíamos tener el primer motor eléctrico, porque allí trabajamos cajas de cambio de combustión y por lo tanto eso va a ir a menos, y utilizar las instalaciones de Zona Franca para ensamblar baterías para el tema de cableado para mandar para la fábrica para la construcción del coche. Para eso tenemos que tener una fábrica cerca. Cuando digo cerca puede ser a diez kilómetros, 50 o 200, pero cuanto más cerca esté de Martorell mucho mejor.
"Tenemos un volumen de sector que no podemos perderlo en un coche pequeño y más si es eléctrico"
¿Qué le parece que Seat vaya a fabricar un modelo eléctrico urbano para todo el Grupo Volkswagen?
Muy positivo porque no solo se fabrican coches para Europa, como nos pasa en este caso con la marca Seat. Parece ser que estamos apuntando a fabricar Cupra, Audi, Volkswagen y Skoda, por lo que sería a nivel mundial y da una capacidad de 500.000 vehículos, que debe de ser compartido y combinado con los coches de combustión que nos quedan en este momento. A nosotros nos queda un pasito más adelante en ese camino. Tenemos que luchar. Además de haber Cupra debe haber un eléctrico Seat. ¿Por qué? Porque no entiendo una marca Seat sin un coche eléctrico de la propia marca. Que Cupra va a dejar más rentabilidad, con toda seguridad. Que podrá competir dentro del mismo grupo con el resto de marcas del consorcio, seguramente también. Nosotros tenemos un volumen de sector que no podemos perderlo en un coche pequeño y más si es eléctrico. Puedo entender que el encarecimiento de cómo va a salir a la venta el coche eléctrico a partir de más de 20.000 euros, seguramente no es lo mismo un Cupra que tiene un valor añadido respecto a un Audi o a un Volkswagen. Hemos de tener la posibilidad de contar con la opción el día de mañana, no sé si en primera generación o un poco más adelante, de tener coche eléctrico de Seat para que también la marca vaya sobreviviendo y haya equilibrio con la marca Cupra.
¿El eléctrico se fabricaría como marca Cupra?
Esta es la gran incógnita. Deberán mirar el volumen y los gustos del cliente que puede comprar un coche de estas características, pero vuelvo a insistir: de aquí a noviembre se van a dar muchas vueltas y una de mis funciones en el consejo va a ser interpelar al consorcio de la necesidad que tiene Seat de tener un coche eléctrico con propia marca. Seguramente a otro volumen de precio o con otras capacidades, pero sería estratégicamente positivo para Seat y sería un error no tenerlo en el futuro como marca Seat.
"No perderemos empleo: las previsiones que manejamos son las de mantener el que tenemos"
¿Cómo afectará la electrificación a la plantilla de Seat?
En Seat llevamos tiempo trabajando en esa transformación en la formación de los trabajadores. Creo que tenemos que empezar ya a formar a toda la plantilla para adecuarlos a esa electrificación de la fábrica y de las instalaciones. Por otro lado, el coche eléctrico va a comportar una menor mano de obra porque son menos módulos los que se van a montar, pero con alto volumen que si vamos en una primera fase con 500.000 vehículos y hay una segunda fase, que sería más, vamos a amortiguar. No sé si creceremos mucho, pero no perderemos empleo porque las previsiones que manejamos son las de mantener el que tenemos en este momento. Hay que estar atentos porque dependerá de los volúmenes que se decida producir y también de las infraestructuras de los países de tenerlas adecuadas o no hará que la gente se compre más eléctricos o menos.
¿En qué situación se encuentra ahora mismo la plantilla de Seat?
En este momento tenemos una situación de cierre de 20 días por línea en Zona Franca y en Martorell, 30 días en El Prat, días colectivos en Barcelona y en Martorell no se ha hecho ninguno porque, afortunadamente, se ha trabajado mucho en el tema logístico de tener microchips dentro de las restricciones que hemos tenido. No olvidemos que este ERTE había varios componentes: uno, quitar un turno del modelo León, es decir, si se mantiene hasta finales de mayo se dejarán de fabricar 32.000 coches. Estamos perdiendo alrededor de 6.000 coches por mes solo con quitar un turno. Adicionalmente, hay 550 personas, pero no llegan a 200 porque hemos tenido que rescatar gente del expediente del día a día por el absentismo del Covid para tenerlos dentro de fábrica porque no podemos contratar a nadie de ETT para cubrir estos puestos.
¿Cuánto cree que se alargará la crisis de los semiconductores?
Creo que va a estar todo el año. Ya hay Gobiernos que están tomando medidas con los Gobiernos de origen donde se producen estos microchips. Creo que es una buena oportunidad para que alguien decida tener en Europa una fábrica, igual que los americanos, y no tenerlas tan lejos. Estratégicamente, Europa tiene que tener una fábrica de microchips y con esa tecnología porque no se puede ir al traste el sector de la automoción con lo que nos está pasando porque hayan desviado ese 15% que usan la automoción a empresas tecnológicas. Creo que vamos a tener restricciones todo el año, aunque no tan severas de cara al final del ejercicio. Creo que entre abril y mayo vamos a tener algunos días de cierre en Martorell, pero hasta final de año podemos tener alto riesgo, pero no solamente en Seat, sino en el consorcio Volkswagen, de tener días de cierre como está pasando en muchas fábricas por esta restricción de semiconductores.