
La factoría valenciana de Ford empieza 2021 como terminó el año pasado, con nuevos ajustes de producción y laborales. A la baja demanda por la crisis sanitaria se suma los problemas de aprovisionamiento de chips.
La dirección de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) ha planteado a la comisión consultiva que mantiene con el comité de empresa el inicio de las negociaciones para un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (Erte) para ajustar su producción la baja.
La intención de la empresa es o bien ampliar el expediente que actualmente está en vigor hasta el 31 de enero o bien aprobar uno nuevo, aunque en este caso las medidas son más amplias que las que estaban en vigor hasta ahora.
Así, la dirección plantea que el Erte suponga la parada total de la planta de ensamblaje de vehículos, la principal actividad de Almussafes con más de 5.000 trabajadores, durante 14 días, hasta el 31 de marzo.
Pero además de esas jornadas sin fabricación, la multinacional pretende que el resto de los días de febrero y marzo trabajen 600 empleados menos en esas líneas para reducir la producción diaria. Una medida que se aplicaría de forma rotatoria a la plantilla de la planta de automóviles.
La compañía justificó estas medidas tanto por las menores ventas de coches, especialmente en Europa, el principal mercado de la planta valenciana, que además se ha agravado por los problemas de suministro de chips, según explicó Carlos Faubel, presidente del comité de empresa y representante de UGT en la factoría.
La compañía también tiene que presentar sus planes para la planta de motores, que además preveía parar a finales de marzo para las inversiones para fabricar un nuevo propulsor.
La restricción a nivel mundial del suministro de semiconductores, un componente clave de los chips integrados en los circuitos electrónicos de determinados vehículos, es consecuencia de la crisis por el coronavirus. El parón a principios del año pasado en la industria de la automoción llevó a los principales fabricantes de semiconductores a reasignar producción a otros sectores, como la electrónica de consumo. otras plantas españolas, como Seat en Martorell, ya han aprobado medidas similares.
Las líneas de montaje de Almussafes cerraron 2020 con un total de 235.400 automóviles producidos, 110.2250 vehículos menos que en 2019, lo que supone una caída del 31,8%.