
El fin de la moratoria para la entrada en vigor de la normativa de emisiones WLTP, el próximo 1 de enero, trae de cabeza al Gobierno. A falta de 50 días para que venza esta moratoria, concedida por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo el 1 de septiembre de 2018, el sector de la automoción espera un incremento del impuesto de matriculación que afectará a la mitad del mercado de vehículos.
Esta situación dificulta la recuperación de un sector que se ha visto gravemente afectado por la pandemia, con el cierre de las 17 factorías españolas durante dos meses. Tras ello, la recuperación del mercado todavía no se ha producido, pese a los planes de estímulo del Ejecutivo, lo que ha lastrado las cuentas de los principales grupos automovilísticos. La situación no es sencilla, pues para llevar a cabo estos cambios se encuentran afectadas hasta cinco carteras ministeriales (Industria, Transición Ecológica, Hacienda, Economía y Transportes).
Así, el sector de la automoción demanda desde hace tiempo un cambio en la fiscalidad del automóvil que grave el uso y no la compra.
Fuentes de indudable solvencia confirman a elEconomista que "los mismos modelos que el 31 de diciembre están exentos del pago de este tributo pasarían a pagar el 4,75% a partir del 1 de enero de 2021, lo que acarrearía ya no solo una caída de la demanda, sino también un problema para las fábricas españolas". Además, esta medida tendría un grave impacto en las fábricas nacionales, pues "afectará a tres de cada cuatro vehículos producidos en España", segundo productor europeo y octavo mundial. Las mismas fuentes aseguran que "el Gobierno debería fijarse en cómo Francia ha solventado este problema. Así se debería incrementar un 20% el suelo para empezar a pagar este impuesto, pasando de los 120 g/km de CO2 a los 144 g/km de CO2". En caso de que no se tocase la fiscalidad, "nos llevaría a una disminución de mercado, lo que provocaría matar la renovación del parque".
Varias alternativas
Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo confirman a este diario que "se están estudiando varias alternativas para intentar resolver el problema". Pese a ello, a falta de menos de dos meses para que entre en vigor el nuevo protocolo de medición de emisiones, más exhaustivo que el NEDC al que sustituye, la posibilidad de que los precios de los vehículos aumenten cobra más fuerza. En el Ministerio de Hacienda, por su parte, afirman que "todavía no hay nada concretado respecto a este tema".
Lo cierto es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya recoge esta demanda del sector en el Plan de Impulso a la Cadena de Valor del Sector de la Automoción, dotado con 3.750 millones de euros. Así, el Ministerio de Hacienda prevé una reforma integral de la fiscalidad sobre vehículos en coordinación con las Administraciones Territoriales para el periodo 2021-2024.
Actualmente, los tramos del impuesto de matriculación son del 0% para los vehículos con emisiones menores o iguales a 120 g/km de CO2; del 4,75% para los modelos con emisiones mayores a 120 y menores a 160 g/km de CO2; del 9,75% para vehículos con emisiones mayores o iguales de 160 y menores de 200 g/km de CO2; y del 14,75% para vehículos con emisiones superiores o iguales a 200 g/km CO2.
Fuentes del sector aseguran a este periódico que están "preocupados con este tema porque cualquier subida de impuestos siempre afecta al mercado y en un entorno de caída del 35% en 2020, con una crisis que se va a prolongar previsiblemente en 2021, un impacto en los precios finales de los vehículos retrae a la gente de comprar".
El presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, manifestó en octubre su preocupación por la "indefinición administrativa al respecto de la actualización de los tramos del impuesto de matriculación a la normativa de medición de emisiones WLTP".
La patronal de los concesionarios (Faconauto) considera que "si no se da una solución realmente es un problema para el automóvil".
Cambios en Francia
En Francia, el Gobierno modificó en marzo el umbral mínimo para el pago de este tributo, que ascendió de los 110 g/km de CO2 hasta los 138 g/km de CO2, un aumento del 25%. Para 2021 se modificará el impuesto, que descenderá de los 138 g/km de CO2 hasta los 131 g/km.
De otra parte, hay países como Alemania, primer productor del Viejo Continente, que carecen del pago de este tributo.