
Los grupos automovilísticos PSA, propietario de las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel/Vauxhall, y Renault, que aglutina a su marca homóloga, Dacia y Alpine, serían los dos únicos que se cumplirían con la normativa de emisiones de la Comisión Europea.
Y es que la normativa comunitaria exige que las emisiones de las flotas de los distintos consorcios automovilísticos no excedan los 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido en 2020.
Esta situación tan solo la cumplen el Grupo PSA, con unas emisiones de 92 gramos de CO2 por kilómetro, y Renault, con 95 gramos, según datos de la ONG The International Council on Clean Transportation. Ahora bien, mientras que PSA ha cumplido con el objetivo que se marcó para este ejercicio (92 gramos), el grupo Renault tiene hasta final de año para lograr reducir sus emisiones tres gramos más, hasta los 92 gramos que se marcó para como objetivo para este año.
Los datos que recoge esta organización corresponden a los modelos comercializados entre enero y agosto de este año. Así, el Grupo PSA ha cumplido con los objetivos que se marcó a principios de año, al haber alcanzado esos 92 gramos en este periodo.
Hay que tener en cuenta que los datos aportados por esta organización reflejan los beneficios a los que se pueden acoger los distintos consorcios automovilísticos con el objetivo de reducir sus emisiones.
Y es que para este año el 5% de las matriculaciones de vehículos con el nivel más alto de emisiones de CO2 será omitido del cálculo del promedio de emisiones de CO2 de un fabricante, lo que también se conoce como una disposición de introducción gradual (phase-in provision). Por ello, la organización estima que esta disposición reducirá una media de 3 gramos de CO2 por kilómetro recorrido de cada fabricante en 2020.

Entre estos incentivos también destaca que, en el periodo 2020-2022, un coche que emita menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro se llevará el premio de computar como dos ventas el primer año (2020), como 1,67 ventas en 2021 y como 1,33 ventas en 2022. A partir de 2023, un coche una venta, al margen de su nivel de emisiones.
Por otro lado, los fabricantes pueden reducir su nivel de CO2 hasta en 7 gramos de CO2 por kilómetro mediante el despliegue de tecnologías de ecoinnovación.
Volvo y Daimler, en problemas
En el lado de los grupos que tienen unas emisiones más elevadas se sitúan el consorcio automovilístico alemán Daimler, propietario de Mercedes-Benz y smart, y Volvo.
En el caso del grupo Daimler, las emisiones entre enero y agosto se situaron en los 117 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, 22 más de los permitidos y 15 más de los que se había marcado como objetivo para 2020.
Volvo, por su parte, se sitúa como el segundo fabricante con unas emisiones más elevadas, con 111 gramos de CO2 por kilómetro, dos más que el objetivo que se marcó a principios de año y 16 más de los permitidos.
El grupo italoamericano FCA, propietario de las marcas Fiat, Jeep, Alfa Romeo, Abart y Maserati, entre otros, tenía en los ocho primeros meses del año unas emisiones medias de 106 gramos de CO2 por kilómetro recorrido en el total de su flota, lo que supone 11 gramos más de los permitidos y 12 más de los que se marcó como objetivo a principios del ejercicio. El caso de FCA es curioso porque sus emisiones las comparte con las de Tesla. Y es que el consorcio italoamercano firmó en 2019 un acuerdo con la marca californiana para incorporar a su flota las emisiones de los famosos modelos eléctricos de la compañía de Elon Musk, y rebajar así las emisiones medias del grupo.
Estas estrategias, denominadas pools, están permitidas por la normativa comunitaria con el objetivo de reducir sus emisiones de manera conjunta. Así, las emisiones del Grupo Volkswagen, propietario de las marcas Audi, Porsche, Seat, Skoda y Volkswagen, rebaja sus emisiones con la marca de vehículos eléctricos MG, subsidiaria del grupo chino SAIC.
Pese a este pool, las emisiones en los ocho primeros meses del año del Grupo Volkswagen se situaron en los 108 gramos de CO2 por kilómetro, lo que supone 13 más de los permitidos y 11 más de los que se marcó como objetivo. Y eso pese a haber lanzado este año sus dos modelos completamente eléctricos: el ID.3 y el ID.4.
No es el único pool del que tiene constancia la Comisión Europea, pues Mazda y el Grupo Toyota también unifican sus emisiones. Sus emisiones entre enero y agosto fueron de 99 gramos de CO2, 4 más de los permitidos y de los que se marcó como objetivo a principios de año.
De otra parte, el Grupo BMW, que agrupa a las marcas BMW y Mini, registró entre enero y agosto unas emisiones medias de 106 gramos de CO2 por kilómetro, 11 gramos por encima de lo permitido y 8 más que lo previsto para este año.
En cuanto a los países que presentaron una cuota de mercado más alta en venta de vehículos electrificados en el acumulado de los ocho primeros meses, Noruega fue el primero con un total del 69%, de los que dos tercios eran modelos completamente eléctricos y el resto híbridos enchufables. Le siguió Islandia (39%), Suecia (27%), Finlandia (16%), Países Bajos (14%), Portugal (11%), Dinamarca (12%), Francia (9%) y Alemania (9%) también tienen actualmente cuotas de matriculación de vehículos eléctricos por encima de la media europea del 8%. En España, la cuota de estos modelos no llega a la media europea.