
Los robots han venido para quedarse. Bien es cierto que harán que muchos puestos de trabajo cambien, algunos se eliminarán y se crearán otros en relación a la Inteligencia artificial.
"Los robots no sustituirán al profesor, pero realizarán funciones de asistente al profesor", ha explicado Núria Agell, profesora del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de ESADE. "Los robots pueden ser muy útiles para trabajar con grupos pequeños de estudiantes; queremos que los robots nos den feedback y que nos permitan conocer mejor a los estudiantes y el proceso de aprendizaje".
En las aulas ya está 'Pepper', un robot humanoide que logra expresar emociones básicas y que es utilizado en las aulas de Diseño e Ingeniería del Technical College de la Universidad de Londres. En países como Corea del Sur, Taiwán y Japón las experiencias educativas van más allá en el aprendizaje.
La Universidad del Pacífico en Stockton, California (EEUU) cuenta también con un robot propio, el cual reparte bocadillos y bebidas. Es un robot de auto conducción al aire libre que ofrece snacks y bebidas de Hello Goodness (ofrece marcas como Naked Juice, Smartfood Delight popcorn, Oven Baked, Quaker Real Medleys, Té Pure Leaf o Lay's, productos de PepsiCo) a estudiantes universitarios.
Desde las 9 hasta las 5 de la tarde, los estudiantes pueden pedir comida y bebida en una de las más de 50 ubicaciones del campus a través de la aplicación snackbot. Los robots podrán moverse hasta 32 kilómetros con una sola carga. Ni las inclemencias del tiempo ni la oscuridad serán un obstáculo para la entrega de alimentos y bebidas: el snackbot tiene una cámara y faros para navegar con claridad y tracción total.
Las universidades españolas aún están lejos de tener estas máquinas, pero sí investigan para implementar soluciones robóticas y ayudar a la sociedad. Un robot diseñado en la Universidad de Alicante podrá ayudar a pacientes con daño cerebral del Hospital de San Vicente. Retogar se basa en el diseño de un ambiente inteligente con sensores de alerta y geolocalización para detectar escenarios de riesgo dentro y fuera del hogar como fallos de orientación, dificultades motoras o visibilidad reducida por hemiplejias entre otras situaciones. Y, por otro lado, en el desarrollo de un robot social para mejorar la interacción con el paciente en su rehabilitación física y cognitiva e, incluso, para acercar objetos y reconocer facialmente su estado de ánimo.