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¿Por qué celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia?

  • Hay que desterrar estereotipos y animar a las niñas sentirse capaces.

El desarrollo tecnológico ligado a la economía digital está haciendo que muchos puestos de trabajo se transformen y está acelerando la aparición de nuevos perfiles profesionales.

Hace ya dos años que el Foro Económico Mundial anticipó que el 65% de los niños que cursan ahora la educación primaria, trabajarán en empleos que todavía no se han inventado. Tecnologías como la inteligencia artificial, machine learning o big data, generarán una transformación del trabajo y, por supuesto, la creación de empleos hasta ahora desconocidos.

El entorno educativo debe tener en cuenta esta realidad. Tenemos que preparar a los niños y jóvenes y dotarles de capacidades de cara a un futuro que ya está aquí. A los equipos de RRHH de las empresas nos cuesta hoy en día cubrir ciertos puestos por falta de formación adecuada de los candidatos. Fomentar una educación de calidad, en la que las nuevas tecnologías estén presentes, es uno de nuestros principales objetivos, en el marco de nuestra apuesta por el impulso de la innovación y la mejora de la sociedad. Una sociedad que es diversa y que necesita de talento diverso.

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Cuál es la razón para que tenga que marcarse en rojo en el calendario un día que vincule a las mujeres con las Tecnologías y las Ciencias? La respuesta pasa por conocer ciertas cifras que apelan a la responsabilidad. Un reciente informe de la UNESCO señala que la desigualdad entre géneros en la enseñanza de las STEM (Science, Technology, Engineering & Mathematics) es sorprendente. En la educación superior, sólo el 35% de los estudiantes matriculados en carreras vinculadas con este tipo de materias son mujeres y éstas representan sólo un 28% de los investigadores en el mundo.

Seguimos viendo cómo los estereotipos de género están aún muy arraigados en nuestra sociedad. Hay un alto porcentaje de niñas que no está accediendo a todas las oportunidades profesionales relacionadas con materias como Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas. Una manera de atajarlo pasa por, desde las edades más tempranas, hacer un esfuerzo para demostrar que las carreras STEM son una opción ideal de futuro para cualquier persona, independientemente de su género.

Un estudio que llevamos a cabo entre adolescentes europeas muestra que, a los once años, las niñas tienen un interés por la Ciencia y la Tecnología equiparable al de los niños, pero que este interés decae significativamente a partir de los 15 años. No podemos esperar hasta las últimas etapas de su formación para despertar el interés de las niñas por la Ciencia y la Tecnología.

Pese a los esfuerzos realizados en este sentido, continúa siendo necesario destacar y dar visibilidad a mujeres científicas de éxito, y trabajar en las aulas de colegios y universidades y en el hogar en presentar referentes en este ámbito. La autoestima de las niñas se ve muy reforzada cuando profesores y compañeros de clase reconocen sus habilidades en Ciencia y Tecnología de manera abierta. Este reconocimiento les hace sentirse aceptadas y valoradas y, sobre todo, preparadas para poder hacer cosas extraordinarias en un futuro.

Hay que desterrar estereotipos y animar a las niñas y jóvenes a sentirse capaces de todo. La diversidad siempre aporta valor. Ha llegado el momento de derribar tópicos y hacer ver a las niñas que ellas también pueden ser las protagonistas de los cambios que están por llegar en la sociedad digital.

Elaborado por Luisa Izquierdo, Directora de Recursos Humanos de Microsoft Ibérica

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