Este fin de semana se baten en Madrid algunos de los mejores tenistas del mundo. Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic o Juan Martín Del Potro disputan el Mutua Madrid Open. Sin embargo, a menos de 7 kilómetros de distancia, la ciudad vive otra competición histórica con la celebración de la Blast Pro Series, uno de los campeonatos más importantes del mundo de Counter-Strike.
La Blast Pro Series se celebrará el 10 y 11 de mayo en el Madrid Arena, un recinto que precisamente acogió el Masters de Madrid entre 2002 y 2008 y que servirá para poner el mapa de las grandes competiciones de esports a Madrid.
El torneo supone un reto, no sólo por la magnitud del evento, que cuenta con una audiencia online con más de 30 millones de usuarios y un premio de 250.000 dólares; sino también porque servirá para colocar a España en el mapa de las competiciones internacionales de esports, un mercado que aún se encuentra a rebufo de otros países europeos o latinoamericanos.
"Cuando entró el proyecto en la oficina y surgió la oportunidad de contar con una fecha dentro de Blast Pro Series no costó asimilarlo. Hasta que no vimos los datos reales del proyecto a nivel digital, las visualizaciones en Twitch... no nos dimos cuenta de la magnitud. Estamos dentro de las ocho ciudades y realmente es un proyecto descomunal. A nivel de medios técnicos, retransmisiones y de recursos humanos es comparable a una final de la Champions", explica a elEconomista.es Montxo Cabello, director ejecutivo de Komodo, empresa que encarga de la organización del evento.
Este fin de semana se han citado en Madrid algunos de los mejores equipos del mundo: Astralis (Dinamarca), Navi (Ucrania), Ninjas in Pyjama (Suecia), Ence (Finlandia) y Cloud 9 (EEUU). Sin embargo, una de las grandes novedades de la cita madrileña es la participación de un equipo español, que saldrá de la final del viernes entre Movistar Riders y Vodafone Giants, quienes lideran el panorama del CS:GO patrio.
Esta novedad, que llega de la mano de la LVP y Komodo, permitirá que un equipo español pueda batirse contra los mejores del mundo, con el gran objetivo "de poder aguantar el nivel y quizá dar la sorpresa; sería buenísimo para la audiencia y para crear afición", explica Cabello.
Esta forma de competir, que se va a extrapolar al resto de países, busca crear cantera y dar a conocer el proyecto, por lo que Komodo busca convertir el Madrid Arena en un punto de encuentro para los esports no sólo este mes de mayo sino más a largo plazo.
Objetivo: un calendario de esports
Blast, que se celebrará al menos durante tres años en Madrid, llega en esta edición con el objetivo de crear un gran comunidad en torno a los esports. Como sucede en el resto de deportes, la experiencia de la competición hace que la magnitud de la partida se multiplique y la comunión en el público crezca exponencialmente.
"Este año vamos a aprender para el próximo año, ya que tenemos tres años de contrato. Tenemos dos años para que las marcas se enamoren del proyecto, se generen contenidos asociados durante todo el año y trataremos de hacer una liga nacional de Blast, así como eventos asociados a otros juegos", explica Cabello.
"Fifa tiene mucha visibilidad en España, así como hay otros juegos que tienen opciones de generar mucho contenido. De esta forma tendríamos un calendario anual para ir haciendo cosas y generar un punto de encuentro en el sector para gamers y marcas. La idea es tener cuatro competiciones más, una que sea amateur 100% para tener una cantera y un punto de encuentro para esos chavales que meten muchas horas".
Y es que la Blast Pro Series busca más allá de atraer a los gamers, dar un paso hacia el futuro, acercando los deportes electrónicos a una audiencia mucho más amplia. Eso sí, Cabello reconoce que "en España estamos muy desnudos aún, faltan dos o tres años para que nos demos cuenta de la magnitud real, sobre todo a nivel comercial y de posicionamiento de las marcas dentro del sector".
Atraer a las marcas
El principal problema al que se enfrentan las marcas es que "quieren estar, pero ninguna tiene clara la forma de hacerlo". Cabello reconoce que la estrategia tiene que plantearse inicialmente como un posicionamiento de marca a un medio o largo plazo, quedando en la memoria del usuario cuando tenga que elegir.
"Las marcas no saben interpretar el sector, ni cómo estar dentro, ni cómo interactuar con un target que ahora mismo no quieren recibir publicidad de ningún tipo y asocian la publicidad a algo malo. La única forma de engancharlos es a través de la experiencia. Yo no quiero que la gente me compre una cámara de fotos, quiero que hable de la marca", sentencia.
Sí han entendido el proyecto a nivel institucional que, gracias al contacto de los otros países donde ya se ha realizado el evento, y se han comprometido a dar a conocer y a fomentar el espacio como punto de encuentro de los esports.
"Los esports son un entorno que en 2 o 3 años van a pegar un salto cualitativo y una forma de relacionarse con el público más importante que las redes sociales. Los datos de Twitch son increíbles, y en ese tiempo, el salto va a ser exponencial. En España las marcas deberían apostar un poco más y generar ese contenido que pueda conectar con el público. No hacer una publicidad convencional. Es la única forma de conseguir llegar a la masa", apostilla Cabello.