
El yuan chino está pasando por momentos complicados. A pesar de los esfuerzos del Banco Popular de China (BPC) por estabilizar el tipo de cambio, la nueva fortaleza mostrada por el dólar tras la victoria de Trump ha llevado a la divisa china a caer hasta los 0,1469 dólares, o si se observa al revés, ahora se necesitan más de 6,8 yuanes para comprar un dólar. La caída semanal contra el dólar ha sido del 0,9%, una corrección relevante para una divisa que intenta replicar los movimientos del billete verde. El mayor descenso semanal desde las turbulencias de enero, mes en el que el yuan y los índices bursátiles chinos sufrieron importantes correcciones.
Con este descenso, el yuan ha tocado mínimos de los últimos seis años, mientras que se especula con la posibilidad de que el BPC termine estableciendo el nuevo nivel de su divisa en los 6,83 yuanes por dólar, un nivel más cómodo para llevar a cabo este anclaje al dólar y que permitiría al BPC un mayor margen de operación.
En la actualidad, el BPC está interviniendo en el mercado de divisas vendiendo dólares y comprando yuanes. Este tipo de intervención, habitual en los países que tienen un tipo de cambio fijo, puede producir ciertas restricciones de liquidez. El BPC está 'sacando' del mercado yuanes con estas operaciones, lo que a la postre influye en el tipo de interés interbancario en yuanes, creando ciertas estrecheces que también influyen a la cotización de las acciones.
Como ya sucediese en agosto del año pasado y en enero de 2016, el tipo de interés interbancario (Hibor) de Hong Kong a tres meses se está disparando. En esta ocasión, el tipo de interés ha subido hasta el 4,4%, uno de los niveles más elevados, según datos del propio Banco de China. Este incremento de los tipos en yuanes son producto de los movimientos del BPC que están produciendo ciertas estrecheces en el sistema financiero chino.
El BPC interviene
Y es que el yuan ha llegado a rebasar de forma holgada durante la negociación los 6,81 yuanes por dólar, para poco después apreciarse hasta el nivel de los 6,805. Ken Cheung, estratega de divisas en Mizuho Bank, explica que "este rápido movimiento se corresponde a la invervención del Banco Popular de China".
Este experto comenta que "China quiere suavizar la depreciación del yuan para contener el sentimiento bajista, porque si aumentan las expectativas sobre una depreciación fuerte esto empeorará las salidas de capital del país. No habrá situación de pánico en China. Si se compara con otros bancos centrales de otros países asiáticos emergentes, el BPC tiene una capacidad enorme para estabilizar su divisa".
Según informe desde Bloomberg, los bancos centrales de Indonesia y la India han reconocido que están dando importantes pasos para estabilizar sus divisas en medio de una oleada de ventas. El problema de estos países es que no tienen el volumen de reservas que sí posee el banco central chino.