La libra ha llegado a caer más de un 1% frente al dólar ante la incertidumbre que rodea a las futuras relaciones económicas entre el Reino Unido y la Unión Europea. El gobierno británico parece más preocupado por el control sobre la inmigración y los flujos de personas que sobre la salud económica del país.
De este modo, la presión sobre la libra sigue aumentando y hoy se deja más de un 1% hasta los 1,21 dólares, aunque por momentos ha perdido este soporte. El primer ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, asegura tras reunirse con Theresa May que la postura del gobierno británico no es clara, lo que está perjudicando a la confianza en el país. De este modo, la libra toca mínimos no vistos desde el flash crash.
Por su parte, Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, ha comparecido para destacar que su misión está alejada de los intereses políticos, el objetivo del BoE es "tratar de devolver la inflación al 2%", por eso se mantienen los tipos así de bajos.
Peter Rosenstreich, director de análisis en Swissquote Bank, explica que "el sentimiento sobre la libra continúa siendo negativa, debido a la retórica que gira en torno al Brexit. Los datos sobre la economía del Reino Unido no están siendo terrible, pero el Brexit y las disputas políticas están marcando la dirección de la libra".
Aunque parte de este descenso se debe a la falta de confianza en el Reino Unido y la libra, también es cierto que la fortaleza del dólar y los buenos datos que llegan desde EEUU están incrementando la demanda de dólares.