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¿Enfrentarse a la volatilidad del tipo de cambio o vivir con ello? Consejos

El tipo de cambio del euro con las principales divisas mundiales y, en particular con el dólar, ha vuelto a la primera línea de la actualidad económica. La senda bajista de la moneda común hace que los analistas ya se pregunten cuándo se alcanzará la paridad con el billete verde.

En 2008 el euro cotizaba en un valor cercano a los 1,60 dólares, a día de hoy, a finales de 2015, el cero se ha corrido a la izquierda, y la moneda de la Unión Europea se cambia a 1,06 dólares, por ahora. Por ahora, porque este mismo lunes se adentró ya en los 1,05 dólares.

Desde la ya lejana caída de Lehman Brothers, hasta la posible subida de tipos en Estados Unidos prevista, según deja entrever la (Fed) para este diciembre, muchos han sido los acontecimientos que han terminado con la moneda europea perdiendo fuerza respecto a la divisa norteamericana.

El constante anuncio de medidas por parte del Banco Central Europeo (BCE) y el escaso repunte de Europa, unido a un comportamiento más vigoroso de la economía norteamericana, han hecho virar las previsiones de los analistas, que ahora apuntan a que la moneda europea podría romper suelo y alcanzar la paridad en 2016.

En cualquier caso, la nueva deriva que ha tomado la cotización de este par de divisas no es más que una muestra de la volatilidad en el tipo de cambio, que, en el caso de las empresas que operan en el sector de las exportación y la importación, constituye un elemento consustancial con su actividad.

El tipo de cambio entre la moneda local y una moneda extranjera constituye uno de los principales precios de la economía, y su volatilidad introduce un elemento de riesgo para la vida económica en general y, en particular, para las empresas que tienen exposición al comercio internacional. De hecho, hay quien dice que la volatilidad del mercado de divisas introduce un aliciente para los inversores. "Así es, pues cerca del 95% de las transacciones que se hacen tienen carácter especulativo", según explicaba el economista Salvador García en un artículo.

La volatilidad está considerada como un factor inhibidor de la actividad exterior, cuando no causa del fracaso de muchas empresas que se inician en esta vertiente, como de hecho ocurre en España, donde alrededor de 58.000 pymes fracasan anualmente en su intento.

Enfrentarse a la volatilidad

La gestión del riesgo de cambio es un aspecto no demasiado conocido y, dada su incidencia en el plano financiero, es recomendable la adopción de medidas preventivas y de control. En concreto, una deficiente gestión puede dar lugar al estrechamiento del margen de ganancias, a la imposibilidad de cumplir los objetivos propuestos por la compañía a medio plazo e incluso a la pérdida de mercado y competitividad. Ébury ha elaborado un decálogo con las medidas para enfrentarse a la volatilidad del tipo de cambio.

1. Planifica compras y ventas

Es muy importante planificar las compras y las ventas de cada ejercicio, y establecer para ello un calendario de pagos y cobros en divisa. Así, cerrar un seguro de tipo de cambio para un porcentaje de la exposición, facilitará el establecimiento de nuevos precios y generará confianza y tranquilidad a la hora de realizar las ofertas o ejecutar los pagos.

2. Abre una cuenta corriente

Ebury recomienda abrir una cuenta corriente en divisa, de tal manera que el banco no realice el cambio de forma automática a la recepción de los fondos. Esto permite a las empresas ser mucho más flexibles en la gestión del tipo de cambio, puesto que les permite tomar sus propias decisiones en lo relativo al momento en el que comprar o vender divisas, incluso de los productos que quieren ejecutar.

3. Conoce las herramientas

- Seguro de tipo de cambio abierto y cerrado: permiten fijar un tipo de cambio para compra y venta de la divisa durante un periodo de tiempo. 10 claves para enfrentarse a la volatilidad del tipo de cambio

- Órdenes de mercado: permiten establecer un límite deseado al cual se estaría dispuesto a vender o comprar, tanto en operaciones 'spot' como en la contratación de un seguro de tipo de cambio durante un periodo de tiempo, dentro del cual, en el caso de alcanzar dicha cota, se cerraría la posición y se ejecutaría la operación.

- Compra venta spot/contado: transacción de compra o venta con entrega inmediata.

- Seguros de tipo de cambio no entregables (NDF): proporcionan protección para las empresas que tengan exposición con los países de mercados emergentes que tienen restricciones de divisas. El NDF es similar a un contrato a plazo. El único intercambio físico se realiza a fecha de vencimiento del contrato, cuando se calcula la diferencia de precio entre el tipo de cambio fijo acordado al inicio del contrato y el tipo de cambio a vencimiento del mismo.

4. Exporta en moneda local

Otro consejo es considerar la oportunidad que implica exportar en moneda local. Constituye una excelente opción, pero la gestión del riesgo de divisa es clave: exportar en moneda local implica facturar los productos en dicha moneda, pero se incurre en un riesgo de divisa a la hora de repatriar los fondos.

Este problema se acentúa cuando se habla de las llamadas divisas exóticas, cuyo volumen de negocio es considerablemente menor y conllevan un mayor riesgo a la hora de operar con ellas, debido principalmente a su mayor volatilidad y a su reducida liquidez.

5. Analiza la exposición

Otro aspecto a tener en cuenta es saber analizar en profundidad la exposición a las variaciones de los tipos de cambio frente al euro. 10 claves para enfrentarse a la volatilidad del tipo de cambio

Es muy aconsejable, según Ebury, adoptar medidas de seguimiento y control del riesgo de tipo de cambio, así como, en el caso de pequeños departamentos financieros, buscar un asesoramiento proactivo que se adelante a los posibles eventos del mercado y facilite cerrar posiciones de cambio favorables para la empresa.

6. Haz un mapa de riesgos

Una buena idea sería diseñar un mapa de riesgos en función de los países en los que opera la empresa y el histórico de volatilidad de su divisa con respecto al euro y al dólar, con el fin de adoptar estrategias preventivas y valorar posibles operaciones de cobertura.

7. Elige el medio de pago

Es casi vital saber elegir el medio de pago adecuado para minimizar el riesgo. Para ello se deben tener en cuenta diferentes factores como la confianza entre los agentes, la solvencia de las partes, los plazos establecidos en el contrato y la capacidad de asumir riesgo de cada uno de los intervinientes.

8. Busca la máxima agilidad

Una mayor rapidez en la ejecución de los pagos internacionales puede ayudar a las pymes a negociar mejores condiciones con sus proveedores extranjeros. La eficiencia del proceso de pagos dependerá del canal de envío que un proveedor de divisas use, así como de la tecnología integrada en tal proceso.

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