
Ebury, institución financiera especializada en intercambio de divisas, analiza las mayores divisas emergentes y sus cruces más relevantes en el último informe publicado. Esta firma financiera cree que las divisas emergentes mostrarán cierta volatilidad a medio plazo, aunque con algunas excepciones, sorprendentes, como la yuan chino. El Banco Popular de China tiene suficiente munición de reservas para mantener su divisas ligada al dólar, según los expertos de Ebury.
El pasado mes de agosto, el Banco Popular de China sorprendió a los mercados de divisas llevando a cabo una serie dedevaluaciones del yuan. El banco central modificó su tipo de cambio fijo tres veces en tres días y la moneda perdió el 3% de su valor en tan solo una semana. No obstante, aunque la maniobra era en general inesperada, no resultó del todo sorprendente. Con esta intervención se esperaba estrechar la brecha respecto al tipo actual de mercado.
Para atenuar las preocupaciones sobre las medidas intervencionistas periódicas, el banco central afirmó en agosto que no había motivo por el que el yuan debiera seguir devaluándose. Por ello, esperamos que la divisa permanezca en gran medida invariable con respecto al dólar en lo que queda de año y en 2016, en torno al nivel actual de 6,4. China ha acumulado una cantidad de reservas más que suficientes para mantener casi anclado el yuan al dólar.
La acusada apreciación del dólar en los últimos años frente a las demás divisas principales ha provocado también la subida del yuan chino respecto a casi todos sus competidores. Por tanto, las exportaciones se han encarecido relativamente, haciendo que el volumen descendiera hasta el 8,3% en julio. Como consecuencia, el crecimiento económico también se ha ralentizado hasta el 7%, el nivel más bajo de los últimos seis años.
La perspectiva para el yuan
El yuan permanecerá en gran medida invariable con respecto al dólar en lo que queda de año y en 2016, en torno al nivel actual de 6,4, si bien prevé una apreciación con respecto al euro, que pasará del nivel de 6,55 a finales de 2015 hasta los 6,10 a finales de 2016. En relación con la cotización de la moneda china, Ebury se muestra confiado en la asistencia que le pueda prestar su banco central para sostener su estabilidad.
En cuanto a la lira turca, cuyo rendimiento ha sido pésimo en los últimos meses, hasta el punto de caer a mínimos históricos en septiembre y convertirse en una de las divisas con peor evolución del mundo en lo que va de 2015, Ebury prevé que se deprecie a partir de ahora de forma gradual frente al dólar, desde el nivel de 3,10 a finales de 2015 hasta el de 3,20 al término de 2016, al tiempo que se mantendrá más estable respecto al euro.
El real brasileño
Sobre el real brasileño, Ebury revisa ligeramente sus previsiones a la baja en vista de la desaceleración de la economía china y su impacto demoledor sobre el precio de las materias primas, aunque espera un repunte y su estabilización a lo largo de 2016. Con respecto al dólar, Ebury ve el real en el nivel, de 3,60 a finales de 2015 para repuntar hasta los 3,30 a finales de 2016. Lo mismo ocurrirá en relación con el euro, desde el nivel de 3,67 a finales de 2015 hasta los 3,14 al término de 2016.
El real también cuenta con el apoyo del tipo de interés, dada la gran y creciente diferencia entre los tipos de interés de Brasil y EEUU, 14,25% y 0,25% respectivamente. "Esto deja constancia del enorme potencial que tiene la moneda aún", señala la institución financiera, que resalta además que Brasil acumuló grandes cantidades de reservas de divisas durante los años de bonanza del real (el equivalente a 20 meses de importaciones) "lo cual proporciona a las autoridades brasileñas un margen considerable para intervenir los mercados de divisas de ser necesario para estabilizar el real".