
El principal objetivo del creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, era crear una moneda anónima, sin nadie que controle ni supervise las operaciones, para apoyar una visión libertaria de la economía. Utilizando mecanismos similares, el Gobierno de China está preparando todo lo contrario: el 'eYuan', una criptomoneda controlada por el Banco Central que permita a las autoridades del país conocer todas las transacciones de todos sus ciudadanos, minuto a minuto. Y sus pruebas ya avanzan en varias ciudades.
En las zonas donde se están realizando las pruebas, los gobiernos locales han repartido millones de yuanes digitales entre sus ciudadanos, en regalos de año nuevo o en loterías, según informa el Financial Times. Para poder acceder a ese dinero tienen que descargarse un monedero digital, que está en permanente conexión con las autoridades del país. Cada operación que realicen los ciudadanos será registrada. Un 'Gran Hermano' que mire dentro del monedero de todas las personas del país. Según el Gobierno, será para evitar casos de "corrupción, blanqueo o financiación del terrorismo". Para un estado tan obsesionado con el control sobre sus ciudadanos, cualquier forma nueva de vigilar todo lo que hacen todos sus habitantes es bienvenida.
El objetivo de Pekín es que estas pruebas permitan mejorar el funcionamiento del sistema y corregir cualquier tipo de debilidades o fallos para lanzarlo de forma generalizada de cara a los Juegos Olímpicos de invierno previstos para 2022 en la capital china. Un evento en el que podrán presentar sus avances al público mundial y, si tiene éxito, ofrecer su tecnología como base al resto del mundo.
La idea sería que este 'criptoyuan' acabe reemplazando de forma definitiva a todos los mecanismos de pago. Ni dinero en efectivo, ni cheques, ni tarjetas: los pagos por móvil, mediante la lectura de códigos QR o transferencias rápidas, pasarían a estar gestionados y controlados por el Estado. Y no sería necesario tener teléfonos conectados permanentemente: sería posible hacer transacciones 'offline' que luego se añadieran al registro central, cuando alguno de los participantes tuviera una conexión.
Esta revolución supondría una amenaza existencial para los proveedores de pagos, especialmente para el gran duopolio que domina el mercado chino, WeChat y Alipay. Un servicio público que reemplace sus funciones y que deba ser aceptado por todos los comercios y usuarios haría redundantes sus aplicaciones. ¿Para que pasar eYuanes de la app del Gobierno a la app de Alipay, si ambas ofrecen lo mismo? ¿Para qué liarse con dos servicios distintos y separados cuando todo el mundo usa la misma aplicación estatal?
Hasta 60 bancos centrales estarían trabajando en una versión propia
No solo eso, sino que el hecho de que el banco central controle el dinero de todos los ciudadanos supondrá también un cambio de paradigma en la banca tradicional. Aunque el eYuan pueda ser depositado en cuentas bancarias al uso, el hecho de que pueda permanecer en la cuenta estatal de la app significará que los bancos tendrán que buscarse nuevas formas de atraer los depósitos de los ciudadanos, o depender aún más de la liquidez del Banco Central.
Según datos del Banco de Pagos Internacionales, hasta 60 bancos centrales estarían trabajando en una versión propia de sus monedas en formato digital. Camboya, una dictadura excomunista vecina de China, ya ha puesto en funcionamiento la suya a finales de 2020.