La listeria se multiplica y amenaza con convertirse en la peor pesadilla de la industria alimentaria, golpeando especialmente a las pequeñas y medianas empresas, aquellas con menor capacidad de control e inversión en seguridad. De momento, las tres empresas implicadas en las alertas decretadas son firmas de tamaño muy reducido: la sevillana Magrudis, la gaditana Sabores de Paterna y la malagueña Incarybe, las dos primeras por carne mechada y la tercera por chicharrones.
Constituida en 2003, Magrudis, que es propiedad de Sandro José Marín Rodríguez, que figura además como administrador único, tenía un patrimonio de apenas 48.000 euros para responder a posibles querellas, además de un seguro de responsabilidad civil por un importe también muy limitado, que tan solo cubre 300.000 euros.
La firma consiguió duplicar su facturación en el último año, hasta alcanzar una cifra de 593.308 euros. El beneficio neto en 2017 se elevó a 23.034 euros, una cifra igualmente muy reducida, pero que supone así el triple que un año antes, cuando ganó solo 8.681 euros. Son unas cifras muy parecidas a las de Sabores de Paterna, una empresa igualmente familiar.
Las últimas cuentas de esta compañía son la correspondientes a 2015. Con un patrimonio parecido al de Magrudis, de tan solo 50.400 euros al cierre de ese ejercicio, su facturación era de solo 447.319 euros y su beneficio después de impuestos de 3.283 euros. Algo más grande, aunque no pase tampoco de ser una micropyme, es el caso de Incarybe, que de acuerdo con los datos de 2017, los últimos disponibles, tiene un patrimonio de 396.035 euros, factura algo más de un millón y tiene un resultado de 6.767 euros.
Todos los expertos consultados explican que el gran problema radica, precisamente, en este tipo de empresas, porque en el caso de las grandes la seguridad está mucho más controlada. El problema de fondo, sin embargo, es que el número de casos de listeriosis confirmados y notificados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) se está disparando en los últimos años. Entre 2015 y 2018 se incrementaron en un 68,75%, de 256 a 432, según un informe del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Aunque el informe puntualiza que esta subida se puede explicar, en parte por la "paulatina implantación de la vigilancia de esta enfermedad en las comunidades autónomas", los datos son preocupantes.

"La tendencia en ese periodo fue ligeramente creciente coincidiendo con la implantación y mejora de la declaración en España", agregan desde el Centro Nacional de Epidemiología (CNE). A fecha de hoy, trece comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla, notifican casos de listeriosis a nivel central, que se recogen en la plataforma informática Sistema para la Vigilancia en España (SiViEs), del CNE. El organismo detalla que las otras cuatro comunidades autónomas (Murcia, Asturias, Baleares y Galicia) no notifican casos a la RENAVE, pero vigilan esta enfermedad en sus respectivos territorios.
"Todavía no incluyen sus casos en SiViEs por estar pendiente la adecuación de los procedimientos informáticos al estándar nacional", justifican. Todo ello a pesar de que, desde una Orden Ministerial en 2015, la listeriosis está incluida en las enfermedades de vigilancia obligatoria. Hasta entonces, se notificaba a la RENAVE de forma voluntaria. En este mismo periodo, entre 2015 y 2018, se han notificado asimismo ocho brotes de listeriosis, seis de ellos por transmisión vertical, es decir, de una madre a su hijo. Tres de estos brotes fueron en Andalucía. En 2015 por el consumo de ensaladilla rusa, carne mechada, salmorejo, gambas y pulpo en un bar. En 2016, dos casos en un hogar por la ingesta de queso contaminado, aunque no se confirmó el origen.Y en 2018, otros dos casos en un hogar por transmisión vertical. Los otros cinco brotes ocurrieron en Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha.
Muertes
Según los datos del ministerio de Sanidad, hubo 124 muertes por listeriosis en estos cuatro años, con una media anual de 31 y una letalidad global de un 9,1%. Por comunidades autónomas, Cataluña (281) y Andalucía (259) están claramente a la cabeza en número de casos entre 2015 y 2018, seguidas de Madrid (201) y Comunidad Valenciana (157). En defunciones, Andalucía (37) y Comunidad Valenciana (35) lideran la lista.
En cuanto a la información sobre listeriosis para 2019, Sanidad precisa que "se está analizando en este momento y se va a realizar un informe separado", dado que "la definición de caso utilizada en el estudio del brote de listeria asociado al consumo de productos de la empresa Magrudis es distinta de la utilizada en la vigilancia establecida en la RENAVE".
Por otra parte, la circunstancia de que las tres empresas implicadas en el actual brote de listeriosis pertenezcan al sector cárnico, ha obligado a Anice, la Asociación Nacional de la Industria de la Carne de España, ha pronunciarse sobre esta crisis alimentaria. En una rueda de prensa celebrada el 12 de septiembre, los responsables de la entidad subrayaron que los consumidores pueden comer productos cárnicos con absoluta tranquilidad debido a los estrictos controles a los que se someten en España, lo que da como resultado uno de los niveles de seguridad alimentaria más altos del mundo. Miguel Huerta, secretario general de Anice, subrayó "que la industria rechaza las prácticas de falta de rigor o incumplimiento de la ley vigentes, mientras que David Rodríguez Lázaro, profesor y director del Área de Microbiología de la Facultad de Burgos recordó "el riesgo cero en seguridad alimentaria no existe". En Anice señalaron que ninguna de las empresas afectadas está entre sus asociados y que se trata de casos puntuales y aislados que no pueden extrapolarse al conjunto del sector.