Deporte y Negocio

El ejemplo de EEUU o por qué el fútbol femenino puede llegar a hacer sombra al masculino

  • La selección femenina ganó más por entradas que la masculina hasta 2018
  • El progreso en patrocinios ha sido claro desde que ganó el Mundial en 2015
  • La premisa: que el 'fut-fem' puede ser competitivo si se le dan recursos
La selección de EEUU, al salir al partido del Mundial 2019 ante Tailandia. Foto: Cordon Press.
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Si usted ha defendido en los últimos meses la pujanza del fútbol femenino ante alguna persona cercana, posiblemente haya tenido que rebatir el argumento que reza que el balompié de las féminas genera menos ingresos que el masculino, razón por la que no se le debe dar el protagonismo que un creciente sector de la sociedad empieza a reclamar. Si en ese momento usted no pudo defender ese ataque con algo más que un alegato a la necesaria igualdad entre géneros, ahora tiene un arma nueva.

Se la dará un informe al que ha accedido el Wall Street Journal y que desvela que, de 2016 a 2018, el fútbol femenino de EEUU ingresó más en concepto de entradas que su homólogo masculino. Una señal de que, tal y como asegura la directora ejecutiva de la asociación de jugadoras de EEUU, Becca Roux, demuestra "el potencial que se puede realizar cuando se hace una inversión". O lo que es lo mismo, el fútbol femenino puede llegar a tener un impacto similar al masculino si se le da el tiempo, atención y recursos que ya tiene éste.

Este informe se publica en plena burbuja de información sobre el fútbol femenino y el Mundial que se está celebrando en Francia. En clave estadounidense, la selección femenina defiende título, y el triunfo en 2015 significó un antes y un después en la comparativa con la selección nacional masculina.

Porque, tras la victoria final en el Mundial celebrado en Canadá, la selección femenina de EEUU sumó tres años seguidos de mayores ingresos que la masculina, para un total de 45,2 millones de euros frente a 44,4. No es un dato baladí, puesto que el equipo femenino ha demandado a la federación de EEUU por las diferencias de salario, recursos e instalaciones con el masculino y la respuesta por parte de la federación aludió a la diferencia de ingresos agregados generados por uno y otro combinado.

Capítulo aparte merece el aspecto del marketing, los patrocinios y derechos de televisión. El ejemplo estadounidense no ayuda demasiado, ya que comercializa en un bloque conjunto los derechos de ambos equipos y hace difícil la diferenciación entre ambos. Pero, aunque los datos de audiencia apuntan a mejores registros del fútbol masculino, desde la cadena Fox (una de las que emite partidos de 'fut-fem' en el país) se advierte de que en clave de selecciones, es la femenina la verdadera joya en el nuevo contexto de los últimos meses.

El carácter reivindicativo y la constante apelación a la superación de las jugadoras para destacar en un entorno hostil puede empezar a convertir a éstas en un objetivo de las marcas. Así, aupadas a la ola que pide igualdad en el fútbol, diferentes compañías (entre las que destacan Mastercard o Secret) se han vinculado a la selección femenina de EEUU.

En el anuncio de la segunda, una marca de desodorantes, Alex Morgan, emblema de la lucha por la igualdad en el deporte y estrella de la selección, lanzaba un mensaje para todos. La jugadora que llegó al Senado estadounidense para pedir el mismo salario para mujeres y hombres en la federación, imagen de una campaña publicitaria pidiendo lo mismo que ya reclamó en 2015. Pero ahora los datos empiezan a llevar la contraria al estatus reinante.

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