Lo que desde la UEFA se ha planteado como una más de las opciones que hay sobre la mesa podría ser en realidad un plan desarrollado que se quiere llevar a cabo en unos pocos años: el máximo organismo del fútbol europeo quiere remodelar la Champions League, su joya de la corona, y convertirla en un torneo plagado de equipos de élite limitando la entrada de escuadras de federaciones de menor nivel.
Los documentos a los que ha tenido acceso The New York Times hablan de un plan ya diseñado que añadiría más partidos a la competición, con ascensos y descensos y con cuatro grupos de ocho equipos y eliminatorias desde octavos de final en su principal división, con la incógnita todavía de si algunos de estos encuentros pudiesen jugarse los fines de semana.
La primera división, la Champions propiamente dicha, tendría 32 equipos, de los cuales 24 conservarían su plaza. Tras este grupo, habría una segunda división de 32 equipos y una tercera de 64. Todo comenzaría en 2024, fecha hasta la cual hay ya fijado un calendario internacional.
En este sentido, el diario francés L'Equipe ha sido todavía más detallista, explicando que los cinco primeros de cada grupo conservarían el billete para la próxima edición y los sextos y séptimos de cada grupo jugarían una repesca, por la que los ganadores también se mantendrían. Los perdedores de estos cruces y los últimos grupos descenderían, dejando paso a los cuatro semifinalistas de la Europa League y otros cuatro equipos procedentes de eliminatorias entre campeones de ligas de otras federaciones.
Sea como fuere, hay consenso en las fuentes por The New York Times: el nuevo formato de competición va en serio y la UEFA intentará conseguirlo al ser un objetivo primordial. Para ello, contaría con el apoyo de grandes equipos de España e Italia, por mucho que Javier Tebas, presidente de LaLiga, sea uno de los principales detractores de un sistema que dejaría desnudas a las ligas nacionales y acrecentaría las diferencias económicas acelerando una Europa de dos velocidades que ya se da en el fútbol del continente.
Una de las razones para fundamentar este nuevo formato de Champions es la de propiciar más enfrentamientos entre equipos de primerísimo nivel que, a su vez, provocarían más ingresos comerciales y mejores contratos televisivos. Esto aumentaría la brecha entre escuadras, algo contra lo que la ECA (Asociación Europea de Clubes, por sus siglas en inglés) se ha pronunciado en los últimos meses. La UEFA, que ya se reunió con la ECA, también ha tanteado el sentir de las Ligas Europeas, que ya le han declarado la guerra al proyecto.
A pesar de que desde la UEFA se ha transmitido que el estado actual es de un lanzamiento de propuestas al aire, Javier Tebas ha asegurado que la planificación de este modelo han dejado tan pocas al azar que parece algo demasiado detallado como para ser tan solo 'una opción más'. LaLiga y la Premier han prometido oposición, pero lo cierto es que un plan de reforma para convertir la Champions en un torneo muy diferente del que es ahora ya está en marcha. Y va cogiendo velocidad de crucero.