
En la capital de España, donde el fútbol vive una de sus épocas doradas gracias, en parte, a los éxitos europeos del Real Madrid y el Atlético de Madrid, un club del sur de la comunidad ha sabido reinventarse y soñar con colocar su localidad en el mapa de la Champions League. Es la historia del Getafe Club de Fútbol, un equipo que vive a la sombra de dos gigantes de LaLiga y que tras un descenso a Segunda División y una mala experiencia, situó a José Bordalás para reconducir su nave. Desde entonces, todo son triunfos teñidos de azulón, tanto en el plano deportivo como en el económico.
"No vamos a cambiar el mensaje, somos un equipo modesto, la temporada está siendo fantástica y, pase lo que pase, el equipo habrá hecho una campaña sobresaliente". Son las palabras de Bordalás en la jornada 26, tras vencer 1-2 al Real Betis en el Benito Villamarín y asentarse por segundo fin de semana consecutivo en la cuarta posición. Al conjunto madrileño todavía le queda mucho por remar para cumplir el sueño europeo, pero de lo que no hay duda es que su triunfo ya ha llegado.
En puestos europeos, a falta de 12 jornadas, con 42 puntos (histórica barrera para asegurar la permanencia) y tan solo 23 goles en contra, es el tercero que menos encaja. Unos números excelentes que no hace mucho eran totalmente diferentes. En la temporada 16/17, recién descendido a Segunda División, el cuadro azulón ocupaba en la séptima jornada el penúltimo lugar de la clasificación de plata. Después de haber ganado solo un partido, caer eliminado en Copa del Rey y habiendo anotado cuatro tantos, la derrota frente al Girona por 0-2 conllevó el despido de Juan Eduardo Esnáider.
Para entonces, la directiva encabezada por Ángel Torres decidió acordarse de su época dorada, en la que consiguió el primer ascenso a la élite, disputó la antigua UEFA, cayó en cuartos de final ante el todopoderoso Bayern de Múnich y estuvo doce temporadas en Primera. Se fichó a José Bordalás, un entrenador conocedor de la segunda categoría que venía de firmar temporadas excelentes con Elche, Alcorcón y Alavés, y se le dio plena confianza para todo lo que restaba de campaña.
Tercero, con 18 victorias y 68 puntos, el técnico ilicitano consiguió quedarse a las puertas del ascenso directo y colocar a los suyos en el Playoff. Ahí, el Getafe no falló y tras eliminar al Huesca por un parcial de 5-3, certificó su regreso a la élite del fútbol español en su Coliseum remontando por 3-1 el 1-0 adverso de Tenerife. El bando azulón había vuelto a Primera, ansioso por recuperar todo lo que el trabajo le había dado.
El quinto equipo con menor presupuesto de LaLiga se ha colocado en la cuarta posición que da acceso directo a la Champions
Gracias a este ascenso, el presupuesto del Getafe pasó de 37,5 millones de euros a 59,8. Un aumento que se debió en gran parte a los derechos de televisión (de 23,7 a 44,4) y a los ingresos por venta de entradas y abonos (de 835.000 a 1,89 millones) y que además sirvió para buscar jugadores con la calidad y experiencia necesaria para lograr el objetivo de permanecer en Primera. Pero no contento con afianzarse una temporada más, en su reestreno entre los grandes la plantilla de Bordalás rozó la excelencia y quedó octavo con 55 puntos, solo un puesto por debajo de meterse en Europa League.
Francisco Portillo, Bruno González, Ángel Rodríguez, Vitorino Antunes o Fayçal Fajr fueron algunos de los fichajes confeccionados durante el verano de 2017 que ayudaron a tan buen resultado. Sin embargo, a su importancia se añadió la llegada de un jugador que acabaría siendo vital atrás y el claro ejemplo del triunfo del Getafe, Dakonam Djené.
El central togolés ha pasado de tener un valor de mercado de 800.000 euros en la 17/18, según Transfermarkt, a ser el más cotizado del equipo azulón esta temporada con 15 millones de euros. Junto a él, jugadores como David Soria, Nemanja Maksimovic, Markel Bergara o Jaime Mata (todos valorados en diez 'kilos' y comprados en propiedad el verano de 2018) han servido para afianzar el proyecto del nuevo 'Euro-Geta' que ahora marcha cuarto.
Pero si Djené es clave atrás, Jorge Molina es el jugador que marca la evolución en la delantera y único junto a Damián Suárez que llevan más tiempo en el club que Bordalás. A sus 36 años, el delantero de Alcoy se siente completamente respaldado por su entrenador y a través de goles ha demostrado que la edad no es un problema en su rendimiento. Si ya en Segunda sus 20 tantos sirvieron para certificar el ascenso, esta campaña ha llevado a la red rival 10 balones. Unos datos que suma a los de Mata (11) y Ángel (5) para ser la delantera más trascendente de LaLiga (26 de 34 goles del equipo) y una de las piezas base de la gran revalorización del vestuario.
Pese a que sigue entre los últimos de la élite en cuanto a presupuesto (58,6 millones de euros para la 18/19), el Getafe ha pasado de tener una plantilla valorada en 27,6 millones, cuando llegó a Bordalás, a 93,5 en la actualidad. Más del triple en cotización que explica el triunfo económico de los azules desde la 16/17, cuando en la jornada siete ocupaban la penúltima plaza de Segunda División.
De regreso en la élite, afianzados en un bloque fuerte y bajo las sólidas ideas de José Bordalás, el cuadro azulón ha vuelto a demostrar que el sur de Madrid también está de moda. A la sombra de los 809 y 407 millones de euros de presupuesto de Madrid y Atleti, el Getafe se ha situado cuarto en LaLiga y espera a dar el gran bombazo del fútbol español, colocar a una localidad madrileña cuyo talento siempre mira hacia las grandes canteras en el mapa de la Champions League. El sueño de Bordalás aún tiene 12 jornadas por remar, pero mientras tanto el triunfo ya es una realidad.