
El fútbol español ya supone un negocio de 15.688 millones de euros, lo que se traduce en un 1,37% del PIB (Producto Interior Bruto) del país y la consolidación de la industria futbolística como un bastión de crecimiento en un contexto económico al que le persigue la sombra de la desaceleración.
El informe 'Impacto económico, fiscal y social del fútbol profesional en España' elaborado por PricewaterhouseCoopers (puede consultarlo aquí) para LaLiga retrata al balompié español como uno de los sectores más pujantes al término del mes de junio de 2017'. Para aquel entonces, y de acuerdo con los datos de PwC, su propio negocio y los derivados generaron casi 185.000 empleos y 4.089 millones de euros a las arcas públicas en concepto de impuestos.
El estudio hace referencia no solo a la actividad económica inherente a LaLiga, sino también al resto de rastros que, derivados de su negocio principal, van conformando un esquema de lo que ya es una industria en crecimiento.
En este abanico de campos adyacentes, los ingresos por día de partido constituyen la mayor parte, con 2.398 millones de euros, por los 561 procedentes de la televisión de pago y otros tantos de los medios de comunicación deportivos, así como los 261 de juego y apuestas y los 217 de un sector también en crecimiento, el de los videojuegos.
Los datos del informe, presentado un año y medio después de su ámbito temporal, están sujetos a una revisión al alza. El aumento en la contribución impositiva (Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha asegurado que solo su organismo subiría su pago a Hacienda de 1.314 a 1.478 millones de euros el año que viene), la apuesta por unos eSports que no paran de crecer y el nuevo contrato televisivo, que entra en vigor en 2019 y que supone un 15% más que en el anterior periodo, son señales que invitan a pensar en un desarrollo aún mayor del negocio.
En septiembre de 2018, un informe de KPMG establecía proyecciones sobre la evolución ascendente del negocio, elevando el empleo generado en 260.000 puestos de trabajo y, eso sí, matizando la porción del PIB, dejándola en un 1,18%.