
La llegada de Cristiano Ronaldo a la Juventus causó sensación en todo el fútbol transalpino. Los hinchas, sobre todo de su nuevo equipo, se lanzaron a celebrar un fichaje que volvía a propulsar el 'calcio' como en los años 90 y principios del siglo XXI. De nuevo Italia tenía en su liga al traspaso más caro del verano y a uno de los jugadores más importantes del mundo, pero la realidad económica ha golpeado a esos hinchas que movidos por las emociones le calificaron como "el fichaje del siglo".
En los últimos años en España, allá donde fue Cristiano Ronaldo con el Real Madrid, el precio de una entrada aumentó tanto para el club local como para los aficionados madridistas. Además, el abono de temporada del Santiago Bernabéu se hizo casi un tesoro al que no todo el mundo pudo acceder. Un efecto que está viviendo Italia en tan solo dos meses desde el inicio de temporada.
El dinero que vale cada entrada donde ha jugado la Juventus esta campaña en la Serie A ha aumentado considerablemente. Aunque bien es cierto que los tres primeros partidos que disputaron como visitantes (Chievo, Parma y Frosinone), subieron los precios de la misma forma que cuando reciben a uno de los 'grandes' (Juventus, Inter, Milán, Nápoles, Roma y Lazio en el caso de los dos últimos), tanto Udinese, último rival fuera, como Empoli, siguiente lejos de Turín, sí que diferencian la cantidad entre la Roma o el Nápoles y la propia Juventus.
El club de Udine cobró a sus aficionados ante la 'vecchia signora' entre 45 y 90 euros, mientras que a los aficionados de la Juventus un precio único de 45 euros. Por el contrario, contra romanos o napolitanos la diferencia va desde 30 euros hasta 45, siendo 30 el dinero exigido a los visitantes. Una norma que sigue el club florentino, que exige sus entradas para ver al equipo de Cristiano desde 50 hasta 200 euros (50 para la afición contraria), mientras que contra la Roma cobró desde 35 hasta 160 euros (35 para los hinchas capitolinos).
Todo esto se suma a las quejas que ya ha transmitido la grada de animación del Juventus Stadium, quien lleva toda la temporada asistiendo a los encuentros con indumentaria negra en señal de "la pasión asesinada". A través de un comunicado, explicaron que acuden así al estadio y no animan puesto que esta campaña les han exigido 100 euros más por situarse en la ruidosa Curva Sur. "Si seguimos por este camino, esto se convertirá en ambientes exclusivos y elitistas", comentaron los ultras que además notificaron que como visitantes también les han subido la cantidad.
Un aumento de las entradas que ha chocado de lleno con el sentimiento inicial que hubo por la llegada de Cristiano Ronaldo y que pretende amenazar la estabilidad económica de los aficionados de la Serie A durante las siguientes temporadas.