
Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentan por primera vez en partido oficial después de un verano que, goleada de los rojiblancos en pretemporada mediante, le ha cambiado la vida a las dos escuadras. Y, de paso, también el statu quo. Porque tras el mercado de fichajes y el cambio de curso los blancos han recuperado el territorio perdido en la valoración de sus plantillas y han borrado de un plumazo el progreso (en ese sentido) de cerca de ocho años de cholismo.
El activo verano de los madridistas ha propiciado que el valor de mercado de su plantel haya pasado de 973 a 1.190 millones de euros (datos de la web especializada Transfermarkt) desde el derbi de febrero que se saldó con victoria de los visitantes en el Wanda Metropolitano. Por el contrario, el Atlético experimenta una leve bajada, de 908 a 852 millones, fruto de un mercado estival de reestructuración tras la marcha de varias de sus estrellas. La consecuencia: que en un solo verano el Real Madrid ha vuelto a dejar la brecha de valor de plantilla a niveles anteriores a la etapa de Diego Pablo Simeone.
La diferencia actual, de 338 millones de euros, es prácticamente idéntica a la que existía en 2011, de 346 millones de euros. Algo que se debe a la gran inversión realizada por los blancos en un verano en el que las salidas han sido menos de las esperadas y las compras han sido las mayores de toda su historia.
A Concha Espina han llegado jugadores valorados en 340 millones de euros (150 de Eden Hazard, 60 de Luka Jovic, 50 de Eder Militao y 40 de Ferland Mendy y Rodrygo) además de los 50 de la vuelta de James Rodríguez. Un gran gasto (el coste real de las contrataciones fue de 300 millones de euros) que incluso fue superior a las recomendaciones de la UEFA, que indica un diferencial de 100 millones de euros entre ingresos y gastos que fue derribado con facilidad por la escuadra blanca.
En paralelo, el valor de los futbolistas que se han marchado es solo de 86 millones de euros. Marcos Llorente valía 20 antes de irse al Atlético, Dani Ceballos y Reguilón 30 y 15 cuando se fueron cedidos a Arsenal y Sevilla y Keylor Navas 10 en el momento de su marcha al PSG, además del préstamo de Luca Zidane, valorado en un millón, al Racing de Santander.
Una inmensa diferencia de 300 millones de euros que se ha visto reducida en cierta parte por la devaluación de ciertos jugadores de la plantilla después de una temporada 18/19 para olvidar. Es el caso de futbolistas como Marcelo (de 70 a 25 millones de euros), Gareth Bale, Toni Kroos y Marco Asensio (de 80 a 60), Isco (de 75 a 60), Sergio Ramos (de 40 a 25), Raphael Varane (de 80 a 70), Thibaut Courtois (de 65 a 55), Dani Carvajal (de 60 a 50) o Nacho Fernández (de 30 a 20).
La menor variación del Atlético se produce porque las salidas y las entradas de jugadores se han compensado en mayor medida. Incluso a pesar de que una gran porción de las bajas ha sido de jugadores con escaso valor de mercado (Diego Godín, Filipe, Juanfran, Nikola Kalinic y Nehuén Pérez estaban tasados solo en 38,5 millones de euros). Fueron Antoine Griezmann (130), Rodri (80) y Lucas Hernández (70) los jugadores que más daño hicieron la valoración de los rojiblancos, que perdieron futbolistas tasados en un total de 318,5 millones de euros.
Las llegadas cubrieron gran parte (pero no todo) de ese vacío. Especialmente la de Joao Felix, que tiene un valor de 100 millones. Tras él, Kieran Trippier (35), Marcos Llorente (30), Mario Hermoso (25), Héctor Herrera (22), Felipe (20), Renan Lodi (15) e Ivan Saponjic (3). En total, 250 millones de euros.
Un desfase al que no le influyó demasiado la variación en la tasación de los jugadores. Solo Thomas Lemar (de 60 a 40 millones de euros) y Diego Costa (de 40 a 25) han bajado de manera significativa su valor. Jan Oblak, de 80 a 100, ha sido el que más aumentado. En el buen hacer del portero esloveno, precisamente, residen buena parte de las opciones del Atlético para ganar el derbi madrileño...a pesar de la distancia en valoración que ha recuperado el Real Madrid.