La polémica por la fiscalidad en el fútbol se ha colado de lleno en el País Vasco. Concretamente en Vizcaya, donde el Gobierno foral ha aprobado una exención fiscal sobre las rentas irregulares que beneficiará, entre otros grupos, a los equipos que pagan el IRPF de los futbolistas.
Esta exención aprobada en agosto y publicada el día 23 en el Boletín Oficial de Vizcaya (puede leerla aquí) pero desvelada por El Diario Vasco, se aplica al 50% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para los casos que afectan a "rendimientos del trabajo obtenidos de forma notoriamente irregular en el tiempo". En esta clasificación, que hace referencia a pluses, primas o indemnizaciones, también se incuyen los salarios de los futbolistas al entender que esta profesión solo se desarrolla durante unos años y no con una regularidad que sí ostentan otros oficios. Anteriormente, esta mitad del impuesto no se pagaba si la cantidad en cuestión era menor a 300.000 euros.
El cambio introducido por la Hacienda foral elimina este límite, por lo que, en caso de rentas altas que se perciban de manera irregular (se consideran así las de los futbolistas, que solo las perciben en un periodo determinado de su vida), no se pagará la mitad del IRPF. El Athletic, que paga este impuesto a los jugadores, que negocian sus contratos en cantidades netas, saldría beneficiado por esta nueva medida.
Los medios vascos estiman que la exención le podría ahorrar entre 10 y 15 millones de euros, aunque la presentación de sus presupuestos para la temporada 19/20 (la fecha de vigencia de la exención es el 1 de enero de 2020) en los próximos meses aclarará del todo el ahorro final. En Vizcaya los salarios superiores a 179.000 euros tributan al 49% y, para el curso 18/19, última referencia salarial, el Athletic presupuestó un gasto de 83 millones de euros en su plantilla deportiva.
El revuelo no se ha hecho esperar y ha sido en Álava donde se ha producido la primera reacción. El Grupo Baskonia-Alavés, que engloba al Saski Baskonia de Liga Endesa de baloncesto y al Alavés de fútbol, hizo en un comunicado un llamamiento a las autoridades del resto del País Vasco para imitar la medida ya implantada por Vizcaya "en aras a garantizar la competitividad de todos los equipos, de la propia competición en sí, y evitar tratamientos diferentes antes situaciones iguales".
En Euskadi, cada una de las Diputaciones tiene competencias en materia fiscal, transferidas por la Administración. De ahí que el Grupo Baskonia haya abierto el melón acerca de una posible ayuda fiscal a los clubes para "aumentar la competitividad de los equipos en la contratación de jugadores".
La Diputación de Álava se estaría planteando también una exención que ya ha creado problemas a la coalición PNV-PSE en Vizcaya
Una petición que podría tener una respuesta afirmativa en el corto plazo. Según afirma El Diario Vasco, la Diputación de Álava ya estudia una posible aplicación de la exención que se ha implantado en Vizcaya. En caso afirmativo, igualaría las situaciones fiscales de Baskonia y Alavés con la del Athletic.
Sin embargo, la decisión conlleva el riesgo de una crisis política. Al menos, por lo sucedido en Vizcaya, donde el PSE, socio de gobierno del PNV (Partido Nacionalista Vasco), ya ha pedido la retirada de esta medida fiscal, asegurando que no se parece en nada a lo que habían pactado previamente. Ekain Rico, portavoz socialista, cree que la reforma "excede claramente" el acuerdo alcanzado con el partido peneuvista.
Los socialistas reconocen que dieron su aprobación a esta reforma (sus votos son necesarios), pero que lo hicieron dando por bueno "un jeroglífico de cuatro líneas en 60 hojas", matizando que en este momento "el único error sería no reconocer que no es lo adecuado y corregirlo".
El caso de Vizcaya tiene sus paralelismos con el de Italia. El país europeo se ha convertido en una especie de fortaleza fiscal para los futbolistas después de que se redujese la base imponible para los extranjeros que se comprometan a vivir al menos dos años en su territorio, además de una reducción previa hasta el pago máximo de 100.000 euros en impuestos para las personas que, trasladadas a Italia, hubiesen vivido nueve de los últimos diez años fuera. Decisiones encaminadas a la atracción de fortunas, entre las que se encuentran las de ciertos futbolistas de nivel élite.
Este régimen fiscal extraordinario ha llamado la atención en otras ligas como la española. Javier Tebas, presidente de LaLiga, ya alzó la voz contra la desigualdad que supone en términos de competitividad.