
La activista sueca Greta Thunberg llegó este viernes a Madrid tras diez horas de viaje a bordo del Lusitania, el tren nocturno de Renfe que enlaza Lisboa con la capital española, donde ha participado en la Marcha por el Clima durante unos minutos, antes de ausentarse alegando "una cuestión de seguridad". Previamente, esta mañana , la joven hizo acto de presencia en Ifema y dio una rueda de prensa. Especial Medio Ambiente.
"Creo que hemos conseguido un montón de cosas, el poder de la gente se ha incrementado, hemos generado opinión, eso es un gran paso en el camino correcto, pero, por supuesto, no es suficiente, los efectos del cambio climático están incrementándose desde 2018, desde luego no hay una victoria", subrayó la joven que urgió a los políticos a no perder ni un minuto más y actuar ya.
Thunberg se manifestó de esta forma en una multitudinaria rueda de prensa que ofreció unas horas después de llegar a la capital española y visitar, por sorpresa, la sede de la Cumbre del Clima.
"La única cosa que queremos ver es acción real y eso no está pasando. Por supuesto que hemos conseguido mucho, pero si miramos desde diferentes puntos de vista, no hemos logrado nada", zanjó la joven.
Llegada rodeada de periodistas
El tren llegó a la estación de Chamartín cumpliendo el horario previsto, las 8.40 de la mañana hora local (7.40 GMT), tras haber realizado un trayecto que incluye 17 paradas.
Junto a ella arriban alrededor de una treintena de periodistas, fotógrafos y cámaras de varios países que subieron en Lisboa al tren para cubrir su travesía hacia Madrid, rodeada de gran expectación mediática.
"¡Conseguí colarme en Madrid con éxito esta mañana! Y creo que nadie me ha visto llegar..." ha sido lo primero que ha tuiteado. La activista sueca acompañaba el texto de su red social, de carácter irónico, con el retuiteo de un video de un medio norteamericano en la que se la ve descendiendo del tren.
I successfully managed to sneak into Madrid this morning! I don't think anyone saw me...
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) December 6, 2019
Anyway it's great to be in Spain! https://t.co/8SfqpqbUXG
Visita a IFEMA
Apenas dos horas después de llegar a la capital española, se ha desplazado a las intalaciones de IFEMA en Madrid, donde se celebra la COP25.
Thunberg se ha unido a los 'Jóvenes por el Clima' que, llegados de distintos países del mundo están celebrando una sentada silenciosa para protestar por la falta de acción y ambición real en la lucha contra la emergencia climática. Ahí se ha unido a la sentada en torno a las 11.15 horas de esta mañana y ha permanecido, como los demás activistas, en silencio.
Escolta policial con coches eléctricos
La escolta policial de Greta Thunberg se desplazará por Madrid en vehículos eléctricos a petición de la activista sueca. La joven ha salido de Chamartín en un coche cero emisiones proporcionado por su entorno.
Thunberg ha salido de la estación escoltada y se ha subido a un coche eléctrico proporcionado por sus colaboradores, al que seguía otro vehículo de cero emisiones.
Según han confirmado fuentes del entorno de la activista, la joven pidió que su escolta policial -proporcionada habitualmente cuando llegan a España personalidades reconocidas- se trasladara en vehículos eléctricos, algo a lo que las autoridades accedieron, porque la Policía cuenta con una amplia flota de vehículos sostenibles.
Confusión en Lisboa
El interés llegó a causar un importante revuelo antes incluso de que partiese el tren, en la estación de Santa Apolonia, donde hubo confusión y carreras de la prensa para grabar el momento en que la adolescente se subía al vagón, finalmente por una puerta diferente a la esperada.
Tras el incidente, que requirió incluso la presencia de agentes de policía, Thunberg ingresó en su compartimento y permaneció allí todo el trayecto, sin volver a ser vista.
La activista rechaza el avión por la emisión de gases contaminantes y, tras descartar un vehículo eléctrico y recibir ofertas tan llamativas como la posibilidad de cubrir los 625 kilómetros que separan las capitales ibéricas en burro, se inclinó por llegar a Madrid en el tren nocturno.
Una opción no limpia totalmente, puesto que el Lusitania recorre 210 kilómetros con una locomotora diésel a partir del momento en que cruza la frontera a la altura de la provincia española de Salamanca.